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En el cielo una nube como a
punto de sollozar. En mis oídos,
las cosas que deseas que
recuerde con los ojos cerrados,
aunque suenen a pasado irremediable e
inútil, se desvanecen sin remedio. La
nube se deshilacha, sin alcanzar
a despojarse de su carga lacrimal.
Al fondo, encajonados entre el cielo y la tierra, caseríos y usinas
contemplan inmóviles el paso del tren, hartos de callar.
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Un solo intento, me ruega tu mirada
sepia. Un solo intento que acometo
con verdaderas ganas, pero cuando vuelvo a
abrir los ojos para comprobar si el amor
se ha apiadado de nosotros, ya has partido tú también: como
la foto que arrojo ahora por la ventanilla del tren en
dirección de la nube cobarde.
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HjorgeV 26-11-2020
CUADERNO CONTABLE 