«NO QUEJA DE NO AMOR»

.

Te fabricaste una imagen 

para parapetarte detrás. Tus ojos

asomaban por sus bordes.

.

Un velo compuesto de

remiendos y

retorcijos de tu imaginación,

desechos

de sueños y miedos

antiguos.

.

Pero ese tú

formado

con tu cuerpo (siempre en el pasado) y

tus deseos (siempre en el futuro)

.

no funciona ahora

que solo tenemos el

presente para

confrontarnos.

.

Así, tu conducta, tus quimeras

y hasta las caricias que 

insinúas

nunca están en el ahora:

.

pisan el espacio que ya has

dejado de ser pero en el que

tampoco nunca

serás ni

estarás,

.

dejándonos a

los

dos en el simple

vacío.

.

.

HjorgeV 30.11.2015

«PERDIDO»

.

Vuelvo a mi

ciudad siempre en

busca de otra

que acaso ya no

existe

.

o la vendieron

por partes, o toda.

(O quizá

nunca

existió tal como 

permanece en

el recuerdo.)

.

Deambulo en busca

de un cruce de calles,

del zaguán que

veía a

diario, del portal

que parecía

querer acompañarme

para contarme

sus propias

historias, de la

anciana que no 

despegaba sus codos del

alféizar de su

ventana.

..

Vuelvo a mi ciudad

a caminar sin

sin saber por qué,

a andar sin rumbo,

como indagando por lugares

que ya apenas

reconozco;

.

tal

vez para

encontrarme a mí mismo

en una calle

inesperada o al doblar

una esquina:

.

a mi doble,

a ese

que se quedó

a seguir su propia

vida y no quiso o no

pudo salir 

y que ahora

me saluda como al

amigo o

hermano

que se fue y del que nunca

pensó que

volvería:

.

-¿Cómo te fue?

Aquí, como siempre, gracias.

.

¿Aquí?

Es exacto.

.

Porque da igual adónde

vayas:

nunca 

escaparás de ti mismo/a.

.

Eres tu patria,

tu matria y tu

fatria.

Aprende a

quererlas,

me digo 

mientras sigo por

estas callecitas,

perdido como el

niño que sale

solo

por primera vez a la

vida

y aún ignora

que siempre

permanecerá

perdido.

.

.

HjorgeV 23.11.2015

«SOTOBOSQUE»

.

De troncos, ramas y

estacas,

de espinas y

hojas cortantes

.

de arbustos y

enredaderas

que apenas dejan

pasar la luz

.

Cada par de metros

un claro por donde

apenas podría

pasar un niño

sin lastimarse

.

Y

al otro lado:

un campo yermo

con solo el horizonte

aguardándolo

detrás

.

Entonces un grito

interrumpe

la tranquilidad del

bosque;

luego otro

y otro

más

.

hasta que todo vuelve

a quedar en silencio

y nadie sabe si solo

ha sido una invención

de los sentidos

.

o es el

lamento del sotobosque

queriendo

huir de

sí mismo,

.

de

las barreras que

con tanto esmero

ha construido

.

.

HjorgeV 15.11.2015

«EL ORIGEN DE LOS SUEÑOS»

.

Saber que empezaré a

perderte

apenas toque

por un

instante tu

mano,

.

que empezarás a

perderme

cuando se te ocurra

nombrarme

por primera

vez.

.

Es como una

maldición:

.

Tantas cosas ya hemos visto

con ojos que no

saben ver

.

(e

incluso

eso

lo ignoran)

.

En el fondo somos

lo que no

somos:

.

simples sombras de

deseos

irreprimibles,

apariencias.

.

(Hasta la palabra misma las

delata:

que aparentan.)

.

El amor es un juego

que puede volverse

cruel cuando

es

trasladado a la

realidad.

.

Mejor no

tomarse

nada

demasiado

en serio

.

y aceptar la ligereza

de los

juegos:

.

por eso no

digas

nada

que pueda

delatarte ni

me nombres,

.

para tampoco

tener que

tomar

tu mano o poner

un labio en

tu cuello

por primera

vez.

.

Quedémonos mejor

ignorantes

del uno y del

otro:

.

en nuestro

virgen

estado inicial,

.

en el origen de

todos nuestros

sueños.

.

.

HjorgeV 06.11.2015

SOBRE LA ATMÓSFERA

¿Y el término atmósfera?

La que me han transmitido varios relatos de Auster, por ejemplo.

Haciéndome creer capaz de reproducirla yo mismo (la gran capacidad de engaño de un buen escritor):

Una especie de sueño diurno difuso.

Ideas alrededor de un puñado de personajes con la sensación de que algo ha ido mal desde el principio y que el relato no lo va a solucionar, solo exponer.

En el peor de los casos, lo empeorará.

Pero con el consuelo de haber pasado un buen momento leyendo acaso alegorías de tus propias desgracias futuras.

La sensación de estar a punto de ‘espectar’ una catástrofe humana.

De esas que sabemos que podrían sucedernos a nosotros mismos cualquier día, a cualquier hora, y tal vez leemos sobre ellas para estar mejor preparados cuando nos toque el aluvión.

La escritura podrá ser un oficio cruel y genial al mismo tiempo.

Pero cuando llega el aluvión, no hay salvación para nadie.

.

.

HjorgeV 04.11.2015