UNA ANÉCDOTA DE SANTIAGO RONCAGLIOLO

En una entrevista que le hace Jaime Bayly, el escritor Santiago Roncagliolo cuenta una anécdota que me ha hecho reír un largo rato.

Bayly es un personaje singular, una especie de bufo culto y desvergonzado.

Además, novelista y divertido entrevistador.

Alguien especialmente sincero con sus debilidades y su pasado drogadicto aunque dado a lo procaz, a propagandizar su bisexualidad (algunos dicen que es más mercadotecnia que nada) y a dárselas de politiquero.

Anticastrista y antichavista profesional, se podría decir, ha cometido una serie de barrabasadas y claras burradas en su afán de satisfacer a su teleaudiencia cubana. (De Miami, se entiende.)

En el colmo de su papel superficial televisivo, últimamente anda diciendo que se presentará a las próximas elecciones de nuestro país.

Ya hay quien lo ha propuesto como Ministro de Ambiente.

(Discotecas o lugares de ambiente, tengo entendido, es el eufemismo utilizado para designar a los discretos puntos de encuentro de los homosexuales limeños.)

La anécdota es la siguiente.

Roncagliolo se encontraba firmando ejemplares de su novela Abril rojo (2006) para sus admiradores, cuando una señora se le acercó.

-Te escuché en la radio. Me encantan tus libros –le dijo ella.

-Ay, señora, pero muchísimas gracias –le respondió Roncagliolo, encaramelado.

-Llevo años siguiendo tu carrera -continuó ella, asombrando al joven escritor con lo de ‘años’ y haciéndole pensar que lo estaba confundiendo con otro escritor-. Pero no quiero que me firmes este libro, quiero que me firmes este que se llama La noche es virgen -agregó la señora.

-Oh, no, ¡por dios! –exclama Bayly en la entrevista al oír lo anterior, puesto que se trata precisamente de una novela suya (del mismo Jaime Bayly) publicada en 1997.

-Y se lo firmé –espeta Roncagliolo-. Se lo firmé.

-¡¿Se lo firmaste?!

-Es que estaba tan emocionada de conocer a Jaime Bayly. Le puse: “Para Noelia, de su Jaime de siempre”.

La entrevista se puede ver aquí (ver a partir del minuto 8 del video), y en ella el ganador del Premio Alfaguara del 2006 también cuenta algunos detalles de su vida como inmigrante en España y cómo conoció a su esposa catalana.

Bueno.

Con esta anécdota me despido por un par de semanas.

Parto con mi familia -precisamente- a España y estaré refrescando nuevamente esta bitácora el primer día del mes siguiente, agosto.

Ya les contaré.

Pórtense bien.

Si se portan mal, ya saben: inviten.

Que estén bien.

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HjorgeV 10-07-2009

SOCIEDADES REHENES DEL NARCOTRÁFICO

¿DE QUÉ MUEREN LAS ESTRELLAS? (V y fin)

Si se lee con cuidado, no pasa un día en que no haya una noticia directamente relacionada con alguna o varias drogas ilegales.

¿El mejor ejemplo de estos días?

El Tour de France.

Del diario El País de hoy he tomado otro ejemplo.

“Un padre intenta tirar a su hija por la ventana” es el título de una pequeña nota.

En ella se informa que el sujeto “ha dado positivo en drogas”.

Prestar atención a este uso genérico (“drogas”) cuando se trata seguramente de un hombre alterado por el abuso de algún fuerte estimulante (desquiciante en sobredosis) como la cocaína.

Veamos otra noticia más alarmante.

En el mismo diario se podía leer dos días atrás lo siguiente:

“Detenidos dos mandos policiales en España con 815 kilos de cocaína”.

¿Se puede imaginar alguien el poder que habrían obtenido esos dos policías de haber conseguido transformar esa cantidad de droga en dinero?

Abra usted/tú lectora/lector improbable cualquier diario y verá que no estoy exagerando.

Y ahora que estamos en el tema, me pregunto:

¿Cuántos negocios de los de la última era (los que despeñaron la crisis mundial) se habrán cerrado bajo la influencia de esa droga que te puede hacer creer que eres el mejor, el más despierto, listo y conversador?

La droga de las noches en blanco y la diversión «sin límites».

(Recordar que tanto Jackson como Presley murieron después de haberse retirado a dormir a la hora en que gran parte de la humanidad sale a trabajar.)

La droga que explica que haya tantas jovencitas y mujeres de todo el mundo frente a su cámara web vendiendo sin mayor pudor su desnudez y su lujuria a desconocidos.

La droga de la prostitución (de la voluntaria y la forzada), de la pasión (amantes pasionales tras esnifar una raya) y de la pornografía (la entrega entusiasta de las actrices en las filmaciones, las prolongadas erecciones de los actores).

La del lesbianismo espontáneo, de los tríos y el sexo grupal.

Basta leer cómo eran las fiestas en la villa de Berlusconi.

“La sombra de la cocaína planea sobre Berlusconi” se titulaba un artículo al respecto.

Cito de la misma fuente:

La rebelión de las meretrices ha aportado luz a las fiestas nocturnas organizadas por Berlusconi tanto en Roma como en Cerdeña, e Italia se prepara para lo peor. Los indicios sobre el consumo de cocaína abundan en las llamadas interceptadas por los jueces.

En una de ellas, Gianpaolo Tarantini, el empresario de 34 años amigo de Berlusconi investigado por corrupción en el sector sanitario y por inducción a la prostitución, promete a una chica «una noche de sexo y droga». En otras llamadas, Tarantini habla de cientos de invitados a una «fiesta blanca», y cita el nombre de Nick. Según la fiscalía, se trata del camello de la gente bien de Puglia. Hay también conversaciones entre Tarantini y Berlusconi; todavía no han trascendido las frases, pero IlCorriere della Sera afirma: «Hablan de chicas y fiestas en tono bromista y alegre».

Pero la cocaína también es la droga traidora, la de noches enteras sin dormir.

La que parece borrar todos los límites y por eso resulta tan engañadora.

La que causa profundas depresiones que solo se pueden curar muchas veces con más consumo.

La que produce una fuerte paranoia en el cocainómano.

(Paranoia que explica en parte la gran discreción que existe alrededor de la droga blanca.)

Contaba en estas líneas el caso de un amigo que para detener su farra blanca, tenía que beberse una botella adicional de whisky o ron (entera) para poder dormir.

A lo que quiero llegar es que la cocaína está por todas partes.

En el aire de España, por ejemplo.

No es una broma.

Entre 29 y 850 milimillonésimas de gramo del polvo blanco se han medido en el aire de ciudades como Madrid o Barcelona.

Por otro lado, las Naciones Unidas calculan que el 3% de la población española es coquera.

Se trata de una marca mundial, teniendo en cuenta que se calcula que el 3-4% de la población mundial consume drogas ilícitas.

El número de adictos a las drogas legales alcohol y tabaco es mucho mayor, obviamente.

La cocaína es quizás la droga más perseguida del planeta.

Propicia un mercado que mueve tanto dinero como la industria del turismo.

Sin embargo, ¿dónde están los que la consumen?

Cuando muere un artista por sobredosis de barbitúricos, no se menciona que muchas veces esa sobredosis de calmantes, sedantes y/o tranquilizantes fue un intento mortal de tratar contrarrestar los efectos negativos de uno o más estimulantes como la cocaína.

Personalmente, no me llamaría la atención que sean muchos de los mismos periodistas e informadores en general –consumidores ellos mismos- los que supriman o eviten las correspondientes referencias a su uso.

Es la paranoia del cocainómano.

Por otro lado, hay una patente falta de interés por saber y mostrar quiénes son los consumidores de una de las drogas más traficadas del planeta.

¿Cómo puede ser posible que en gente como Presley, Monroe o Jackson se haya demostrado el consumo de las drogas legales más exclusivas pero ninguna de las ilegales reinas de la noche?

Drogadictos, sí.

Pero ilegales, no.

¿No es demasiada coincidencia?

Paradójicamente (solo en apariencia) se oculta o se solapa su consumo (me permitiré concentrarme en una sola droga, la cocaína), pero existen organismos, instituciones, libros, informes, estudios, noticias y reportajes sobre la otra cara de la moneda: la producción, el transporte y el comercio.

Por eso se sabe de las feroces y crueles matanzas de los grupos de narcotraficantes mexicanos en su propio país y de cuánto y dónde se produce la cocaína, pero apenas se menciona quién la consume.

Ni que para llegar a tal grado de crueldad tiene que haber un mercado en EEUU, una ganancia astronómica, que lo explique de algún modo.

Por México pasa el 60% de la cocaína que se produce en EEUU, acaso el país con el mayor número de drogadictos del planeta.

Es un asunto político en primer lugar:

La gran potencia que se permite invadir países y prohibir o determinar quién puede tener las armas atómicas que ella misma posee, no puede permitirse poner en peligro su ‘fuerza moral’.

¿EEUU un país de cocainómanos, de coqueros?

Imposible.

Los malos están en el Perú, en Bolivia y Colombia. Jamás en Gringolandia.

De allí el interés gubernamental de EEUU por evitar relacionarse con las matanzas de los narcotraficantes en México y que la muerte de las llamadas estrellas como Michael Jackson tenga que ver con la cocaína, por ejemplo.

¿Se imaginan una gran mansión alrededor de la cual se mataran los narcos por venderles drogas a sus habitantes y que estos murieran por sobredosis de las mismas, pero sin embargo los dueños de la mansión siguieran haciendo como si la cosa no fuera con ellos?

Las estrategias antidrogas no solo han fracasado por completo, muchas veces han sido una buena forma de enseñarles a los narcotraficantes cómo producir y transportar más discretamente sus productos y cómo diversificar sus operaciones y sus ganancias.

Entre las cosas más peligrosas aprendidas está la de saber ganarse cada vez mejor a los políticos.

Por otra parte, la prioridad de la llamada lucha antidrogas (ilegales habría que añadir) no es la misma en los países productores que en los países consumidores.

En los primeros la prioridad es la lucha contra el hambre y por la educación. Por el llamado desarrollo.

De tal manera que las políticas antidrogas tienden a hacer colisionar intereses nacionales.

Reducir la oferta (destruyendo cultivos, concentrándose en el encarcelamiento de los transportistas) solo hace subir el precio para gente dispuesta a -y capaz de- pagar un mayor precio.

Los grandes ganadores son tres industrias: la del alcohol, la del tabaco y la industria armamentista. (Sobre todo ahora que está de moda pagar con armas.)

Partiendo de que una legalización de las drogas ilegales es una gran utopía, un futuro razonable tendría que basarse en un consumo consciente, informado y responsable de cualquier droga, legal o ilegal.

Personalmente, pienso que es demasiado tarde y que lo más probable es que el futuro político mundial ya esté definido por el narcotráfico.

Que nuestras sociedades ya sean inevitablemente rehenes del narcotráfico.

Allí está el ejemplo del estado italiano y su presidente mafiófilo Berlsuconi.

Opino que actualmente, en mayor o menor medida, una gran parte de los países del mundo, también los del llamado Primero, no solo están penetrados por el narcotráfico sino que es solo una cuestión de matiz decir que también están controlados por él.

Otro punto que no se debe olvidar es que la imparable industria armamentista de EEUU ha encontrado en el narcotráfico y el terrorismo los reemplazantes del perdido enemigo natural que representó el llamado comunismo durante décadas.

Y EEUU ha aprendido a usar su particular lucha contra el narcotráfico como arma política, para aprobar créditos, tratados y condiciones de todo tipo.

¿Qué fue el secuestro internacional de Noriega en su propio país por el ejército usamericano, sino la demostración de que el narcotráfico (como hoy el terrorismo) es un buen pretexto para mostrar fuerza y saltarse de paso un gran paquete de leyes y derechos internacionales?

Los políticos del país de Obama y Bush han comprendido el poder estratégico de su inútil y contraproducente guerra antidrogas.

En el futuro, puede bastar una acusación no demostrada de narcotráfico para justicar otra invasión a un país latinoamericano.

Pero, ¿el Rey del Pop consumidor de cocaína?

Jamás.

Lo que simplemente sucedía era que no podía dormir.

(Mala propaganda para todas las drogas legales que tomaba, pues aparentemente no le funcionaban y cada vez tenía que tomar más.)

Por lo menos debemos tener claro además que grandes industrias internacionales (las tres mencionadas, además de la farmacéutica) saben que la humanidad no puede vivir sin sus drogas.

Algo que ya se sabían los narcos.

Ahora nos falta enterarnos a nosotros.

¿De qué mueren las estrellas entonces?

Obviamente, de falta de sueño.

Ja, ja.

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HjorgeV 08-07-2009

LA NO TAN MISTERIOSA MUERTE DE JACKO

¿DE QUÉ MUEREN LAS ESTRELLAS? (IV)

Inicié esta serie con una tesis.

Cuando dos tabús (la muerte, las drogas) convergen, forman uno de los más grandes tabús humanos: la muerte por uso de drogas.

Esto podría explicar parcialmente por qué en un caso así se suele ocultar parte de -o toda- la verdad.

Me explico.

Cuando alguien muere por una sobredosis de alcohol, a nadie se le ocurre decir que murió por “ingestión de drogas”.

En cambio, cuando alguien muere por su adicción a las drogas llamadas duras, suele solaparse la información (especialmente si se trata de un personaje famoso) ocultándolo bajo el título genérico de ‘drogas’.

Peor aún, se suele mostrar el efecto como la causa: muerte por tranqulizantes, se dice, pero sin mencionar por qué tuvo que tomar esa persona tantos tranquilizantes.

Mi tesis es que se trata de ocultar a la cocaína por todos los medios.

¿Por qué, siendo la cocaína una de las drogas que más noticias provoca en los medios de comunicación, es decir, una de las que más se trafica, apenas se conoce a sus consumidores?

Hago un paréntesis perfectamente paradigmático.

Acababa de escribir estas líneas, cuando me topé con un artículo sobre la historia de una modelo muy famosa, Karen Mulder.

Mulder, después de haber sido una de las grandes modelos de la década pasada, se atrevió a romper el tabú y hablar abiertamente de cómo:

“la explotaron sexualmente, la violaron y la obligaron a consumir drogas los empresarios del mundo de la moda, incluidos algunos altos cargos de la agencia Elite que estaban presentes en el programa y hasta un miembro de la familia real de Mónaco”.

No es una broma.

Se puede leer el artículo aquí.

Por si a alguien le queda alguna duda de a qué “drogas” se refería, el mismo artículo lo aclara:

«El padre, Ben Mulder, dijo después al diario británico Daily Mail que fueron la cocaína y la certeza de que su vida de modelo se acababa lo que la hundieron en ese agujero negro. Pasó tres meses en el hospital y desmintió públicamente cuanto había dicho de Mónaco y de los directivos.

Meses después de salir del hospital, su ex novio, Jean Yves Le Fur -un joven empresario que tuvo un romance con Estefanía de Mónaco, entre otras-, la encontró tirada en su apartamento con un puñado de barbitúricos en el estómago, según dijeron los médicos.»

Es decir, con Karen Mulder se habría vuelto a tener otro caso como el que nos ocupa: el uso de un poderoso estimulante (cocaína), pero la muerte habría sido asignada a “un puñado de barbitúricos en el estómago”.

(Por haber dicho la verdad, se quedará injustamente con el sambenito de La Bella Trastornada.)

¿TRANQUILIZANTES PARA TRANQUILIZAR QUÉ?

La muerte (prematura) de muchas de las llamadas estrellas como Monroe, Presley y Jackson, suele ser atribuida a “pastillas”, “barbitúricos”, “narcóticos”, “medicamentos”, “sedantes” o “tranquilizantes”.

De lo que se conoce de los tres ejemplos aquí tomados, tanto el cadáver de la Monroe, de Presley como el de Jackson, presentaban el mismo tipo de drogas.

Los medios dan los nombres de una serie de ellas encontradas en sus cadáveres.

Todas (o casi todas) legales.

¿Por qué ninguna ilegal?

¿Eran unas personas perfectamente respetables de las leyes a pesar de sus agudas adicciones?

¿Por qué se suele mencionar los tranquilizantes, sedantes, somníferos y calmantes, pero no lo que produce esa falta de tranquilidad, sueño y calma?

¿Por qué se omite nombrar los estimulantes que hacen necesaria la posterior ingestión de los tranquilizantes?

Mi tesis es que -por lo menos- la cocaína es la que está detrás de todo y se prefiere ocultarlo.

EL CASO DE MICHAEL JACKSON

Si lo que se ha publicado es cierto, el Rey del Pop utilizaba varios nombres falsos (entre ellos el de su guardaespaldas) para adquirir las sustancias legales que ingería.

Omar Arnold y Jack London (curiosamente, el nombre del famoso escritor usamericano de comienzos del siglo pasado que suicidó a la edad de 40 años acosado por su alcoholismo y sus problemas financieros) habrían sido los nombres más frecuentes para conseguir sus dosis del potente analgésico Demerol que utilizaba para combatir su insomnio.

Quedan muchas incógnitas sobre su muerte.

Tomo una anecdótica para comenzar.

El control del pulso en la ingle de Jackson.

No hay que ser médico para imaginarse que el pulso más fuerte se obtiene lo más cerca de la zona de bombeo, es decir, del corazón.

Sin embargo, su médico Murray ha declarado que le tomó el pulso en la arteria femoral (cerca de la ingle).

De haber estado vestido, perdió tiempo en desnudarlo y de todas maneras llamó u ordenó llamar a la ambulancia cuando ya era demasiado tarde.

¿Por qué?

¿Simple negligencia médica?

Por otra parte, es conocido que el incremento del uso de barbitúricos, a diferencia de otras drogas, no aumenta la resistencia del cuerpo hacia ellos.

Es decir, un aumento de la dosis “calmante” era obviamente peligrosísima en el caso de alguien como Michael Jackson con un historial drogadicto de años, acaso décadas.

¿Por qué se permitió entonces ese aumento de la dosis hasta llegar a la sobredosis?

Muchos artistas elevan la sobredosis de estimulantes y similares (desde el tabaco hasta la cocaína, pasando por el alcohol, ácidos, anfetaminas, metanfetaminas) por diferentes razones:

Simple estupidez, por creerse inmortales, por creer que el placer total les corresponde como estrellas, por simple inercia, por la lógica de la adicción.

Podemos plantear entonces dos hipótesis que se complementan.

Jackson se habría servido del uso de fuertes estimulantes (o habría aumentado su dosis) para cumplir con sus agotadores ensayos.

Este aumento de estimulantes habría provocado a su vez un incremento en la dosis de tranquilizantes que tomaba para compensarlos y poder dormir.

¿Qué estimulantes tomaba?

No se sabe.

(Me inclino por la cocaína, repito, la droga preferida en los círculos más pudientes. Existen otros: anfetaminas, metanfetaminas, el mismo alcohol.)

Segunda hipótesis.

Se habría pasado por alto el descontrol del peso del artista, alterando la dosis indirectamente.

Agradezco la mención de este punto a Eduardo Salazar, un médico peruano y aficionado a la historia de la inmigración en el siglo XIX en nuestro país. Me dice en uno de sus mensajes:

«Hay algo importante, y es que todos los medicamentos se dan por kilo de peso, en niños, y el principio es el mismo en adultos, con la salvedad de que para adultos se supone que el peso es mayor de 60 kg.

Ahí iba lo que quería comentar, que si bien es cierto un medicamento «x» no tendría mayores efectos colaterales en un tipo de 70 kg a comparación de uno de 100 kg, sí los tendría en alguien de menos de 60 kg. Y más aun, si esta persona, dados el antecedente de consumo crónico de medicamentos, tiene alguna hepatopatía de fondo (esteatosis, cirrosis, qué se yo).»

Vale decir, al mantener Jackson la dosis que antes ingería, esta habría perdido su validez al disminuir el peso del artista hasta cerca de los 50 kilos, producto de la tensión y del esfuerzo en los ensayos.

(A lo que habría que añadir la falta de apetito, siguiendo con la tesis aquí planteada, puesto que la cocaína es un potente supresor del hambre.)

¿Y su médico no se dio cuenta del peligro que corría?

Por lo que he entendido, las muertes por sobredosis se producen justamente por sobredosis y no por debilidad corporal.

Esta última agrava el cuadro solamente.

Es probable que el médico haya pensado que estaba pasando por una situación que ya conocía al encontrarlo inconsciente en su cuarto.

(¿Cuántas veces ya lo habría encontrado en ese estado? ¿Cómo así se le ocurrió entrar a una habitación privada -de su jefe, además-  a ver qué pasaba?)

Es probable que Murray mirara la situación fríamente.

Sabía que el corazón de Jackson estaba ‘bien’ (sino no hubiera podido ensayar), solo había que reanimarlo.

De paso, le estaba haciendo un «favor» a su estrella y a su familia para que nadie se enterara de sus adicciones.

Cuando nota que su paciente «no regresa», se pone nervioso y cree que todavía lo puede conseguir (costillas rotas).

Es probable que lo haya conseguido una o más veces y se le haya vuelto a «ir». No lo sé. Pero esto podría explicar por qué esperó tanto para llamar a la ambulancia.

Lo cual lo descalifica profesionalmente, porque una reanimación es una reanimación, es decir, estar al filo de la muerte.

Obviamente, Murray arriesgó.

Y no su propia vida.

“QUIERO DORMIR OCHO HORAS SEGUIDAS”

¿Cómo es posible que alguien con la fortuna o, por lo menos, con los medios pecuniarios de Jackson (a pesar de que sus ingentes deudas), no fuera capaz de comprarse la tranquilidad farmacéutica para poder dormir y descansar como sí lo puede hacer el ser más pobre de este planeta?

“Quiero dormir ocho horas seguidas”, le llegó a suplicar a una enfermera.

¡Llevaba varios años sin dar un solo concierto!

¿Descansar de qué, entonces?

Sin embargo, ingería somníferos y sedantes, calmantes y anestésicos.

¿No funcionaban todos los que tomaba o qué?

Obviamente, se está ocultando cuál o cuáles eran los estimulantes que le impedían dormir.

Y que estos eran tan potentes que se veía/vio obligado a elevar las dosis de los somníferos y tranquilizantes que (ya se sabe que usaba) para contrarrestarlos.

¿O las pastillas se le caían al suelo antes de ingerirlas?

Jacko ya le había dedicado dos canciones a una de sus adicciones: Morphine y Blood on the dance floor.

Pero eso no puede ser todo.

En una entrevista con Oprah Winfrey se ve a un personaje falso, edulcorado, almidonado y amanerado, pero «contento» dentro de su piel, seguro de sí mismo, excitado.

Su dolor no se ve.

¿Cómo es posible que ese mismo personaje necesitara unas horas después ya tantas drogas para calmarse y tranquilizarse y poder dormir?

Obviamente, está bajo los efectos de algún estimulante que le regala la confianza en sí mismo, ese regodeo en el ser, tan típico del efecto de la cocaína.

TESTIMONIOS DE FAMILIARES, AMIGOS Y ALLEGADOS

«Estaba feliz», declaró Kenny Ortega, coreógrafo y director del espectáculo que quería presentar en Londres. «En varias ocasiones, la noche antes de su muerte, se sentó a mi lado durante los ensayos y contempló el escenario con la satisfacción de haberlo conseguido».

¿Dónde estaba su depresión que luego tenía que combatir con pastillas?

Lisa Marie Presley, por su parte, su esposa por 19 meses, ha contado que Jackson predijo que su muerte sería como la de su padre, Elvis Presley.

¿Se podía ser más explícito?

El mismo padre, Joe Jackson, deseaba que su hijo ingresara voluntariamente a una clínica de desintoxicación en Palmdale (California) debido a su fuerte consumo de morfina para poder mantener el ritmo de los ensayos de la gira prevista.

El padre, obviamente, sabía del peligro al que se exponía su hijo.

Liza Minnelli, amiga de Jacko, ex alcohólica y conocedora del mundillo del espectáculo y sus escándalos ha dicho:

«Menos mal que estamos celebrando ahora su recuerdo porque una vez que se conozca el resultado de la autopsia, se armará la de Dios…».

Obviamente, no se refería a lo que ya se conoce sino a algo nuevo.

¿Se conocerá el verdadero resultado de la autopsia?

Me atrevo a decir que no del todo.

Se dirá, por ejemplo, que murió por la ingestión de propofol (potente sedante de acción rápida).

Pero no cuál o cuáles fueron los estimulantes que lo obligaban a tomarlo.

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Continúa…

HjorgeV 06-07-2009

OCULTANDO LA ‘BLANCA’

¿DE QUÉ MUEREN LAS ESTRELLAS? (III): ELVIS PRESLEY

Una tarde de agosto de 1977, Ginger Alden, a la sazón amiga íntima y oficialmente novia del Rey del Rock, encuentra a Elvis Presley sin sentido en el cuarto de baño.

Son las 14:00 horas del 16 de ese mes.

A las 07:00 de ese mismo día, siete horas atrás, se ha retirado a su habitación para dormir.

Esa misma noche, más tarde, debía partir con destino a Portland para continuar con sus conciertos.

Se dice que habría visitado a su dentista en la madrugada de ese día. Lo cual es cierto, pero solo porque su dentista –George Nichopoulos- también era oficialmente su médico de cabecera.

Y su camello a la vez. Su proveedor de droga.

En septiembre de 1979, dos años después de la muerte de Presley, el fiscal del distrito de Memphis ordena una investigación para determinar el grado de culpabilidad del médico Nichopoulos en la muerte de su paciente.

Investigaciones periodísticas habían descubierto que Pelvis tomaba hasta 25 pastillas diarias.

¿Quién se las conseguía?

Nichopoulos.

Desde enero de 1977 hasta su muerte en agosto de ese mismo año, el médico habría firmado recetas médicas para adquirir la increíble cifra de 5.000 pastillas entre anfetaminas, narcóticos, tranquilizantes, barbitúricos y otras drogas legales.

Tres cuartos de hora después de haber sido encontrado inconsciente sobre el piso de su cuarto de baño, fue dado por muerto en el Baptist-Memorial-Hospital, después de sucesivos y fallidos intentos de reanimación.

A pesar de encontrarse aparentemente bien dispuesto para continuar su carrerra profesional, Presley ya había mostrado síntomas de no encontrarse bien.

No era raro que en pleno concierto se olvidara de los textos y que sus empleados lo ayudaran a bajar del escenario.

La causa oficial de su muerte fue atribuida a una “arritmia cardíaca de origen desconocido”.

Grave imprecisión.

Salvo que el no saber cuál de las numerosas sustancias encontradas en su cuerpo se pueda culpar de la arritmia y posterior paro cardíaco, se pueda considerar como «origen desconocido».

Estas son las drogas que se encontraron en su cadáver:

Codeína, morfina, valium, valmid, placydid, nembutal, butabarbital y quaalum.

Su caso difiere del de Jackson, entre otros puntos, en que en los años previos a su muerte había dado unos 150 conciertos por año.

Mientras que el Rey del Pop llevaba varios años sin dar ninguno.

Ahora, la codeína es el alcaloide que se encuentra de forma natural en el opio, y tiene un efecto analgésico excelente; la codeína se metaboliza para dar la morfina, el analgésico clásico para aliviar los dolores más agudos; el valium es usado para tratar estados de ansiedad y tensión; valmid se utiliza para tratar casos de insomnio; el nembutal o pentobarbital es un potente somnífero, también usado en muertes asistidas; butabarbital es un barbitúrico empleado en casos severos de insomnio.

(No me ha sido posible encontrar información sobre placydid ni sobre quaalum.)

Es decir, nuevamente estamos en el caso de Marilyn y de Jacko.

¿Qué era lo terriblemente inmenso que no los dejaba dormir?

Permítanme poner un par de ejemplos.

El grupo Rain, especializado en la música de The Beatles, debe dar más de 200 conciertos por año.

De Gilbert Bécaud se dice que llegó a dar un promedio de 250 conciertos por año.

¡A lo largo de 50 años!

(Sus tres cajetillas diarias de cigarrillos le pasaron la cuenta el último mes del primer año de este siglo, a los 74 años de edad.)

El mismo Elvis venía dando un promedio de 150 conciertos anuales en los últimos años de su vida.

Actuar y hacer música cansa. El cansancio se resuelve naturalmente con sueño.

¿Cómo es entonces posible que en estos tres casos las dosis de calmantes, somníferos, sedantes, analgésicos y barbitúricos sea tan exageradamente alta?

Mi hipótesis es que los informes forenses ocultan algo.

Para empezar, no se menciona la presencia de alcohol en ninguno de los tres casos, siendo una droga también.

Desconozco el caso de Jackson, pero Monroe y Presley eran notorios y alegres bebedores.

(Otra razón para no haber necesitado somníferos ni calmantes.)

Sostengo que se evita mencionar una de las drogas más potentes, “limpias” (es minúscula, no requiere de inyecciones ni aparejos: he visto a gente esnifarla usando la uña del pulgar para ello) y versátiles de la historia de la humanidad.

La cocaína.

La droga quitasueño y quitacansancio por excelencia. Desinhibidora e “inspiradora” mental.

Utilizada en dosis adecuadas, es un potente estimulante sexual, además de multiplicadora del orgasmo especialmente del femenino.

Atención, esto no es propaganda, obviamente.

De lo que se trata es de mostrar el por qué de su preferencia en ciertos círculos sociales y profesionales, especialmente en los más pudientes y en los relacionados con el placer sexual.

(Precisamente ahora, Berlusconi está involucrado en una investigación judicial en la que justamente se trasluce todo esto.)

Un tiro, una raya, una esnifada de cocaína puede resolver la larga noche de muchos. Y garantizar la fiesta, por supuesto. De ser posible hasta la noche del día siguiente sin parar. Y sin comer apenas.

El estado eufórico que provoca convierte a su usuario en otra persona: más abierta, poderosa, atrevida.

Etc.

Sin embargo, sus efectos colaterales son inmensos y terribles.

Insomnio agudo, es uno de ellos.

Un amigo me contaba que necesitaba una botella entera de whisky para poder quedarse dormido después de una noche de juerga blanca.

Una botella adicional, quiero decir.

Otro me relataba sus profundas depresiones al despertar. Depresión que se curaba en un cerrar y abrir de las fosas nasales.

El efecto paranoico es algo que no hay que pasar por alto y lo que explica que el cocainómano suela ser mucho más discreto y misterioso que otros drogadictos. Además de lúcido para conseguirlo.

Así, un coquero puede aceptar que usa otras drogas pero difícilmente aceptará que depende de la blanca.

Un efecto menor, pero delatador, es el copioso sudor que produce al sobredosificarse ligeramente. (Algo que los actores y actrices porno pueden disimular perfectamente en el cuadrilátero de las cuatro perillas. Observen a Elvis en el video al inicio. No ha hecho todavía nada, pero ya está sudando copiosamente.)

¿Por qué se suele ocultar su uso incluso al morir el drogadicto?

Las excepciones son pocas.

Veamos un ejemplo.

En la entrada de la Wikipedia de Janis Joplin, la versión en alemán habla claramente de sus varias adicciones:

Die vergebliche Suche nach der wahren Liebe, Zuneigung und Geborgenheit ließ sie zuweilen in depressive Phasen fallen, welche sie durch Heroin, Kokain und Alkohol zu verdrängen suchte.

Traduzco libremente:

Su inútil búsqueda de amor verdadero, afecto y seguridad emocional la hacía caer en fases depresivas, las que trataba de paliar con heroína, cocaína y alcohol.

Mientras que la versión en castellano omite una droga, ya saben cual:

Cada vez dependía más del alcohol y de la heroína pero sin embargo se había convertido en un símbolo de fuerza y de rebeldía para muchas mujeres de su época.

Y la versión en inglés es más discreta, pues solo menciona su relación con un camello de cocaína, con quien pasó a compartir su última habitación de hotel:

During the recording sessions for Pearl, Joplin began seeing Seth Morgan, a 21 year-old Berkeley student, cocaine dealer and future novelist; and checked into the Landmark Motel in Los Angeles to begin recording the Pearl album.

Nuevamente, la causa de su muerte fue atribuida a una sobredosis de heroína en combinación con alcohol.

Pero de la cocaína (del estimulante rey), ni rastro.

De ser cierto lo que afirmo, ¿por qué el empeño en ocultarlo?

…..

Continúa…

HjorgeV 04-07-2009

¿QUÉ ES UN BARBITÚRICO?

¿DE QUÉ MUEREN LAS ESTRELLAS? (II)

El cuerpo no presenta huellas de haber sido violentado.

El estudio forense no ha permitido encontrar evidencias de haber recibido alguna inyección reciente.

Es el cadáver de Marilyn Monroe.

El análisis de las sustancias presentes en su estómago no arroja uno de los resultados esperados: una sobredosis de pastillas.

Por otra parte, su asistenta, Eunice Murray, tuvo el tiempo suficiente para hacer orden, limpiar y lavar determinadas piezas del ajuar de la rubia que acababa de morir.

La versión oficial atribuyó su muerte a una sobredosis de barbitúricos: Nembutal e Hidrato de coral.

¿QUÉ ES UN BARBITÚRICO?

Un barbitúrico es un sedante, un anestésico.

Algo que nos da la sensación de sentirnos bien, tal vez como flotando sobre algodones. La Wikipedia dice sobre su origen:

No se le encontró ninguna sustancia de valor médico, sin embargo, en 1903, dos químicos alemanes que trabajaban en Bayer, Emil Fischer y Joseph von Mering, descubrieron que el barbital era muy efectivo para hacer que los perros se durmiesen. En ese momento se comercializó el barbital por Bayer bajo el nombre comercial Veronal. Se dice que Von Mering propuso este nombre por que el sitio más pacifico que conocía era la ciudad italiana de Verona.

De esto último se puede deducir (no lo sé) que comparte uno de los efectos del alcohol: esa sensación de placidez que muchas veces asociamos con las vacaciones (la gran droga de los alemanes de hoy).

Curiosamente, ambos científicos murieron víctimas de su descubrimiento: su adicción los llevó a elevar cada vez más las dosis hasta llegar a la sobredosis mortal.

Entonces no se sabía que el uso continuado de barbitúricos, a diferencia de otras drogas, no aumenta la cantidad que tolera el cuerpo.

Lo advierte la misma Wikipedia:

La cantidad de contraindicaciones y de efectos supresores o potenciadores, obliga a extremar la ayuda terapéutica profesional. A altas dosis o bajo abuso, estas drogas causan inconsciencia o muerte.

Nembutal es el nombre comercial del pentobarbital, un barbitúrico que se utilizó inicialmente por su eficacia como somnífero y por sus propiedades hipnóticas a corto plazo.

Hoy es usado por organizaciones que apoyan la eutanasia activa y el suicidio asistido, después de conocerse su gran poder adictivo y su terrible síndrome de abstinencia.

Su uso combinado con alcohol y opioides puede ser fatal.

En algunos países como Francia y los Países Bajos no se usa más como sedante preoperatorio ni para tratar el insomnio.

Una marca (pequeña lesión) encontrada en el colon de la Monroe durante la autopsia, determinó que esas dos sustancias llegaron a su torrente sanguíneo mediante la aplicación de un enema, no por ingestión directa. No se determinó quién se lo habría aplicado.

La otra droga encontrada en el cadáver de Marily, el Hidrato de cloral, por su parte, es una droga hipnótica y sedante muy efectiva. En la medicina veterinaria se utiliza como narcótico.

En su certificado de defunción aparece “probable suicidio”.

Sobre si su muerte fue dirigida por los Kennedy para evitar un escándalo mayor, se sabe lo siguiente:

  1. No se ha probado que tuviera una relación con John F. Kennedy.
  2. Según su asistenta Eunice Murray y su amiga Pat Newcomb, los dos habrían telefoneado varias veces antes de la celebración del cumpleaños del presidente, en la que ella cantó bebida y claramente bajo los influjos de algún estimulante (debo suponer cocaína).
  3. Robert Kennedy la visitó junto con su cuñado Peter Lawford un día antes de su muerte.
  4. La noche de su deceso, se hicieron varias llamadas desde el teléfono de su domicilio.
  5. Eunice Murray la habría encontrado muerta con el teléfono en la mano.
  6. Jacqueline Kennedy se negó a estar presente en el cumpleaños de su esposo al enterarse de que asistiría Marilyn.

Si hubiera tomado oralmente la cantidad de Nembutal que se le encontró en la autopsia, habría muerto inmediatamente.

A las diez de la noche de su muerte, habría recibido la visita de un desconocido y este podría haberle puesto hidrato de coral en su vaso.

Mezcla -con el Nembutal- inmediatamente mortal, de allí la sospecha de asesinato.

La otra posibilidad es que se haya tratado de un grave error médico, al recibir su dosis diaria de Nembutal por parte de un médico, por una parte, y otra de hidrato de coral por su psiquiatra Ralf Greenson.

Quede como curiosidad que fue E. Murray quien encontró muerta a Marilyn Monroe y  Murray también se apellida el médico que halló muerto a Jackson.

Conrad Robert Murray habría declarado a la policía que encontró “casualmente” a Jackson sin sentido en su habitación.

Su abogado Edward Chernoff ha dicho que tras comprobar que “la arteria femoral presentaba un pulso débil” su cliente procedió a tratar de reanimarlo.

¿Por qué no llamó a una ambulancia enseguida?

Antes de pasar a ver el caso de Elvis Presley, queda otro dato curioso suelto.

De todas las formas posibles de tomar el pulso (cuello, muñeca, tobillo, sien, axila, abdomen), el médico Murray eligió la arteria de la parte superior de la pierna.

Es decir, la ingle de Michael Jackson.

(Pulsar aquí para ver el video de su último ensayo.)

¿Por qué?

Una posibilidad es que haya estado desnudo y que Murray prefiriera tomar el pulso entre la pierna y el vientre del Rey del Pop. Cosas de médicos, tal vez.

La otra posibilidad es que no estuviera desnudo y que el médico tuviera que desnudarlo parcialmente, perdiendo, de paso, valiosísimos segundos en una situación tan urgente como esa.

¿Era necesario hacerlo?

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Continúa…

HjorgeV 02-07-2009