TRES POEMAS

 

FIERAS LÁGRIMAS

 

Te pinto

Tomo el color que más le va a tu cintura

Revoco pasiones, fieras lágrimas que saben

Mucho del color de los ojos

Con mis dedos entremezclo verde y azul

Respiro amarillo y me concentro en tu pelo

 

Trato de pintarte

Escojo el color que más le va a tu ombligo

Trivial:

La verdad de las cosas que más duelen

 

Entonces te levantas y me dices

Que nada es posible

Y

Abres la ventana

Y alzas el vuelo

 

 

ARS POÉTICA

 

Escribir es una diminuta criatura que

llevo dentro esperando día a día

que vuelva a enseñarle

a caminar

 

SISTEMAS

 

Tu corazón y tú recorren diferentes coordenadas

Plásticas

Allá abajo, repartida por la cal del tiempo

Estás tú

Allá arriba, lúgubre meteorito encendido

Brilla tu musculatura principal

 

Han dado la partida

Lo sabes desde hace mucho tiempo

Tu corazón sigue de lejos el deseo de

Los hombres

Y sus ideas que no alcanzan

Para morir contemplando

 

Pero tú allá abajo

Reinando inerme

Creyendo que todo es mentira

Que todas tus partes son el reloj con

Cuya hora

Me has abofeteado ayer

 

HjorgeV

Pulheim-Sinthern, 27/ 31-05-2007

BEBES POLÍGLOTAS

Siempre me ha resultado fascinante revisar la variedad de preguntas que tienen los lectores de esta bitácora.

¿Qué me quiere dar a entender una muchacha al sonreír mordiéndose un labio?

(¿Qué desavisado puede preguntar tal cosa? Así de inocente, pensaba, solo era yo de muchachito.)

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¿Qué es una confusión sanguínea?

(Me he quedado confundido con la pregunta.)

¿Cuándo empezar con la enseñanza del tercer idioma?

(Mi respuesta: ¡después del segundo!)

Etc.

Estas son algunas de las preguntas por las que llega una parte de visitantes a mi bitácora. Las hay más atrevidas.

Me permitiré atenderlas de vez en cuando.

Veamos.

¿Desde qué edad puede aprender un niño un segundo o tercer idioma?

Esta es una pregunta que se hacen muchos padres.

Sobre todo aquellos con historia emigrante a sus espaldas. Es decir, aquellos para los que una segunda lengua constituye una necesidad y no un lujo.

Hablemos claro: todos hablamos varios ‘idiomas’. O, para no exagerar, varios ‘dialectos’ de uno solo. ¿Les parece una broma? (*)

Desde muy temprano aprendemos a mantener dos o más formas de expresarnos, con su propio vocabulario y hasta su propia gramática.

Pongo mi ejemplo, porque lo conozco bien.

En mi época del colegio, y por tratarse de un colegio mixto (nada sobreentendido en aquellos tiempos en mi país), nosotros los jovencitos teníamos que dominar varios ‘lenguajes’.

Uno era el que usábamos con nuestros amigos y conocidos: entre los ‘hombres’.

Otro era el reservado para nuestros padres y demás personas mayores.

Y había un tercero, que sólo usábamos con las chicas.

Una de las sorpresas que me llevé en mi último viaje a Lima, el año pasado, fue ver que esto último parece haber desaparecido. En parte, me imagino. (Y lo espero.)

Está de moda, me enteré, que las chicas se expresen como los muchachos.

Con todas las lisuras, malas palabras, ‘tacos’, palabras secretas y demás obscenidades y particularidades propias de la adolescencia y la primera juventud masculinas.

Una noche de ese viaje quedamos con mi hermano Michael y su esposa, Gabriela, en barranquear (pasar la noche de juerga en Barranco).

Como él no había contado con el acuciante tráfico nocturno de fin de semana de esa zona, tardó casi una hora en llegar al punto de reunión.

De tal manera que a mi esposa y a mí, no nos quedó otra cosa que esperar en una de las esquinas del parque de Barranco, contemplando el trasiego juvenil -adolescente- en busca de juerga.

Me quedé completamente desconcertado y alelado con la cantidad y el calibre de obscenidades y demás floreos que escuché salir de la boca de muchachas y muchachitas en esa más de media hora que estuvimos allí esperando que mi hermano encontrara dónde estacionar su automóvil.

¡Y con qué naturalidad lo hacían esas chicas de clase media limeña que se movían por el parque de Barranco!

¿Ahora está claro a qué me refería cuando decía que todos nosotros dominamos varios ‘lenguajes’ que solemos saber mantener bien separados?

(Esas muchachitas parecen ser un contraejemplo, pero lo suyo es simple moda girlie, me explican.)

Un bebé cualquiera, cuando nace, no sabe si tendrá que aprender uno o más idiomas. O, quién sabe, hasta cinco o más.

Lo que sí parece ser fundamental es la importancia de separar claramente los idiomas.

Cuando conozco a algún compatriota o castellanohablante aquí en Colonia y en sus oraciones y frases castellanas entremezcla palabras y expresiones alemanas, le suelo decir:

-Tú llevas unos meses, a lo máximo año y medio aquí.

-¿Cómo lo sabes? –es la pregunta obligatoria que me devuelven.

-No lo sé bien –le respondo-. Pero te recomiendo no mezclar los idiomas si de verdad quieres aprender el nuevo a cabalidad y no olvidar el tuyo propio.

Conozco el caso ilustrativo de una de mis sobrinas, la hija de una de mis hermanas.

Su padre es usamericano, la madre es hija de peruano (mi padre) y alemana (la segunda esposa de mi padre) y habla tanto castellano como alemán. Por razones de trabajo, vivieron y siguen pasando temporadas largas en Brasil.

Es fascinante ver como mi sobrina habla inglés gringo con su padre, pasa al castellano o alemán con la mamá o parientes de ella, y termina comunicándose en portugués brasileño con la bella garota que los ayuda en las tareas de la casa y el cuidado de los niños.

Nuestro caso particular es el siguiente.

Como mi esposa (alemana) habla muy bien el castellano, por haber vivido en Valencia de jovencita, y este fue nuestro idioma ‘oficial’ desde el comienzo, no fue ningún problema mantenerlo así cuando nacieron nuestras dos primeras hijas.

Cuando llegó el momento de pasar al Kindergarten (literalmente: jardín de los niños), nuestras dos hijas ‘descubrieron’ el alemán como un segundo idioma.

Y aquí viene el punto más interesante en este asunto.

Antiguamente se creía que el idioma que dominaba en una persona era la llamada ‘lengua materna’.

Yo, ahora, sin apoyarme en ninguna teoría ni libro sino en mi propia experiencia y en mis observaciones, me atrevo a afirmar que el que ‘manda’ es el idioma de los juegos.

Llegadas al Kinder, mis hijas, como normal efecto de mimetización, empezaron a hablar alemán entre ellas. Algo que no han abandonado hasta ahora, por más esfuerzos que he hecho.

Lo mismo ocurrió con Jorge Juan, el tercero.

Empezamos todos hablando castellano con él, pero bastó que él empezara a jugar con sus hermanas y otros amiguitos, para que se pasara fácilmente al idioma de sus juegos, al alemán.

Por eso, con nuestro cuarto hijo, Osé Tonio Él (José Antonio Miguel), hemos tomado las debidas precauciones y hemos comprometido a sus hermanos a estar obligados a hablar solamente castellano con él.

No fue fácil. Y tuve que usar todos los trucos posibles. Uno de ellos, el más poderoso, fue dejarles bien claro que hablar más de un idioma no sólo es bonito: da también muchas ventajas.

Como todo no es flores, también hemos tenido quejas de parientes (una tía y mis suegros) y de algunos padres de los amiguitos de nuestros hijos.

Les hemos dicho que lo sentimos mucho pero que la educación de nuestros hijos está por encima de la comodidad (idiomática) de otras personas.

Felizmente, la reacción común y normal de la gente que frecuentamos es la siguiente:

“¡Qué bonito y qué envidia ver crecer a niños bilingües!”

Y allí tenemos –todavía: ya veremos qué pasará cuando vaya al Kinder- a nuestro Osé Tonio Él, jugando con sus amiguitos del barrio y hablando en alemán con ellos, pero comunicándose en castellano con sus hermanos.

Hasta ahora sin ningún tipo de conflicto, felizmente.

El otro lado de la medalla lo muestran aquellos inmigrantes –madres, sobre todo-, quienes, en su afán de que sus hijos sí hablen el alemán correctamente, les niegan el (su) castellano.

Para mí ha resultado fascinante ver cómo los hijos de la primera gran oleada de inmigrantes peruanos (la gran mayoría, lamentablemente, sin documentación regularizada), cuando nos reuníamos en el parque de la universidad de Colonia para celebrar las fiestas patrias, por ejemplo, hablaban entre ellos y con los padres un alemán como el de cualquier otro niño de este país.

Los políticos que se quejan de que los turcos siguen sin asimilar por completo su idioma (y llamándolos desadaptados y renuentes a la integración por eso), podrían tener en este ejemplo la perfecta demostración de que el aprendizaje de cualquier idioma es un juego…¡de niños!

Pero, para jugar, los niños tienen que juntarse.

Los ciudadanos turcos llegados como trabajadores invitados, llevan ya casi cuarenta años aquí, y, sin embargo, los alemanes siguen sin saber siquiera cómo dar las gracias ni cómo decir buenos días en el idioma de la gente que tanto ha aportado al desarrollo económico de este país.

Porque los alemanes simplemente no han querido que sus hijos jueguen con los niños turcos. (Está cambiando un poco el panorama.)

Lamentablemente suele ser un falso orgullo el que -la mayoría de las veces- motiva a estas mujeres latinoamericanas -que decía- a hacer primar el alemán en la educación de sus hijos.

Se ve y se escucha cada vez que se pisa un aeropuerto de cualquier ciudad latinoamericana.

Cuando llega un avión de Europa: esas madres ‘se lucen’ hablando y comunicándose sólo en alemán (o italiano o francés) con sus hijos.

¡Hasta gente claramente peruana, proveniente de España, he escuchado hablar como el más castizo de los castizos!

No lo dude usted, por eso, madre o padre.

A los niños sólo se les puede hacer un gran favor –en todo sentido– fomentando en ellos el amor por los idiomas y apoyándolos en ese aprendizaje.

¿Y a qué viene todo esto?

Ah, sí.

Una lectora preguntaba por la edad más conveniente para que los niños pequeños empiecen a aprender tres idiomas.

¡Desde la primera semana de embarazo!, es mi respuesta.

            HjorgeV

            Pulheim-Sinthern, miércoles 30-05-2007

P.D.: Justo hoy colgué lo siguiente como ejemplo de la ‘jerga peruana’. A ver si lo entienden:

«¡Y no se me palteen, patitas, que ganas no le faltan a yolanda de hacer collera alrededor de un par de chelas bien al polo con la mancha y pedirle al mozambique que se traiga un trapiche para dejar bien pilcha la mesopotamia antes de zamparnos una buena tranca! Me las pico que se me hace tarzán, chocheras». HjV

 

NINO BRAVO: LIBRE COMO EL SOL CUANDO AMANECE

Si hay cantantes que han iluminado mi vida, uno de ellos es -sin dudarlo ni un solo momento- el valenciano Luis Manuel Ferri Llopis.

De jovencito adolescente, ¡cuántas veces no me he desgañitado, impotentemente, sin poder alcanzar su registro! (Tenía que cantar unos dos tonos más abajo, pero ya era otra cosa.)

Me iba a cantar a playas solitarias para poder soltar mi voz como lo hacía ese increíble artista español.

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Hay más de una razón para considerar a Nino Bravo en el olimpo de los grandes cantantes de todos los tiempos.

Está su voz.

Está su tesitura -la altura de su voz- que a más de un cantante profesional ha puesto en apuros para poder alcanzar su amplio registro musical.

Está su carisma personal que lo engrandecía a través de su aparato fonador y sus canciones, a pesar de lo tímido y retraído que era.

Está su gusto por un cierto tipo de temas: uno mejor que el otro y con un alto sentido del gusto musical.

No se puede afirmar lo mismo de muchos cantantes.

El genio de su arte se lo debió también a las excelentes composiciones que interpretó. Y a los músicos arreglistas.

Como pocos artistas comerciales, casi todos los temas que grabó llevaban claramente la impronta de grandes profesionales compositores y exquisitos artistas.

Allí tenemos a José Luis Armenteros, Pablo Herreros, Juan Carlos Calderón, Manuel Alejandro y Augusto Algueró.

En Latinoamérica, su suave acento español –exento de las duras ces y zetas castizas- debe haberle hecho ganar aún más simpatías. Nino Bravo era valenciano.

Había nacido el 3 de agosto de 1944 en un pequeño pueblo llamado Aielo de Malferit.

Trasladado a Valencia, se dedicó a ejercer diversos oficios y a probar su suerte y su voz integrando diversos grupos y conjuntos musicales, y cantando en concursos y verbenas.

Hasta que lo descubrió Miguel Siurán, quien fue el que le dio su nombre artístico.

Su primer sencillo lo grabó con dos canciones de Manuel Alejandro: Como todos y Es el viento, ahora, ya, clásicos de su repertorio.

 

 

 

Su primer recital en el Teatro Principal de Valencia, contra todo lo que se podría esperar, solo le reportó pérdidas.

En el verano de 1970, por razones desconocidas, Augusto Algueró insistió para que Bravo fuera quien hiciera popular su Te quiero, te quiero. Las grabaciones, que ya habían hecho Raphael y Lola Flores de ese tema, no salieron al mercado.

Que por qué te estoy queriendo / No me pidas la razón / Pues yo mismo no me entiendo
en mi propio corazón…

La canción de Algueró fue elegida Canción del Verano de ese año.

A ella le siguieron otros éxitos como: Noelia, Mi gran amor, Esa será mi casa, Mi querida mamá, Libre, y Un beso y una flor, entre otras más.

Participó en el Festival de Eurovisión en dos oportunidades.

En la primera, en 1970, lo hizo con Esa será mi casa, sin poder pasar a la final. Gwendolyne, en la voz de Julio Iglesias, quedó cuarta.

En 1971 estuvo por Latinoamérica, participando sin mucho éxito en Brasil y cantando a dúo, en Buenos Aires, en un programa especial, con el tanguero Argentino Ledesma.

Ese mismo año se casó en secreto con María Amparo Martínez y, al año siguiente, en 1972, nació su primera hija, María Amparo.

Fueron 5 años de intensa y febril actividad artística en los que construyó una obra excepcional. Los últimos de su vida.

La noche del 16 de abril de 1973, a la edad de 28 años, dejó de existir tras sufrir un accidente.

El automóvil en el que viajaba se salió de la pista en una curva y dio varias vueltas de campana. Venía de actuar en Valencia y se dirigía a Madrid.

Los otros tres músicos que viajaban con él resultaron, prácticamente, ilesos.

Murió en la ambulancia que lo llevaba a un hospital de la capital española.

Su segunda hija no lo llegó a conocer.

Su éxito no se debió sólo a su voz excepcional.

Eran tiempos en los que se cantaba en vivo con una orquesta detrás de más de 30 músicos.

¿Quién lo hace ahora?

Su voz y su estilo ( su entrega) al cantar fueron tan portentosos, que, aún después de muerto, numerosos artistas han seguido grabando con él duetos y haciéndole nuevos arreglos a sus temas.

Sus canciones parecen estar hechas especialmente para ellos dos: tanto para su voz, como para su persona.

Cualquier cantante no puede cantar cualquier canción.

Él tuvo la suerte de encontrarse en el corto camino de su vida con un puñado genial de ellas, que le calzaban a la perfección.

Juntos se hicieron inmortales. Y, consigo, a sus creadores.

Él, como los verdaderamente grandes de este mundo, fue una persona sencilla.

Desde su muerte han sido editados 24 nuevos discos con canciones del total de 60 que llegó a grabar en vida. (*)

Este año Nino Bravo habría cumplido 63 años.

Por allí debe estar, libre, como el sol cuando amanece.

 

                HjorgeV

                Pulheim-Sinthern, martes 29-05-2007

(Pónganse los auriculares, por favor.)

NINO BRAVO: LIBRE (José Luis Armenteros / Pablo Herreros)

Con presentación personal del mismo Luis Manuel Ferri Llopis.

¡Qué voz, dios mío!

NINO BRAVO: PUERTA DEL AMOR (1972)

Qué introducción para tan gran y poética canción. ¡Lo que daría yo por cantar con una orquesta así!

NINO BRAVO & LOLITA: ESA SERÁ MI CASA

Aquí en un dúo póstumo con la cantante Lolita, que muchos aficionados podrían considerar un sacrilegio, pero al que es posible encontrarle muchas cosas buenas.

Una de mis grandes favoritas.

(Una carta de una lectora, Ariadna, me ha hecho acordar que yo salía a cantar a las 5 de la mañana esta canción. No es broma. En el club de remo en el que estaba, teníamos que levantarnos a esa hora para primero correr un par de kilómetros y después lanzarnos con los botes al agua. Un cantante peruano, Jorge Baglietto, con una voz casi tan portentosa como la del valenciano eterno, tuvo sus años de fama -gracias, también a Augusto Ferrando-, principalmente con esta canción. Yo llegué al club un año más tarde -Baglietto también había sido remero allí-, pero me contaban que se hacía acompañar con el piano de la gran sala de baile del segundo piso. Mi gran timidez prefería el aire libre y el mar.)

NINO BRAVO: COMO TODOS

NINO BRAVO: UN BESO Y UNA FLOR

NINO BRAVO: NOELIA

Mis hijas y mi hijo de 6 años se la saben. El de dos sólo el estribillo, muy fácil: ¡Noelia, Noelia, Noelia, Noelia…!

NINO BRAVO: ES EL VIENTO

Qué texto tan poético. ¡Y qué arreglos!

NINO BRAVO: SELECCIÓN DE TEMAS Y ENTREVISTAS

Cartas amarillas es uno de los temas que pertenecen a mi particular álbum de las Mejores Canciones de Todos los Tiempos.

El texto es poesía pura. La melodía un portento musical. El arreglo, de grandes rasgos sinfónicos, algo que ya no se escucha así no más en la música popular.

Sigue una entrevista a los que se salvaron en el accidente fatal de abril de 1973.

(*) De Wikipedia:

LAS CANCIONES QUE GRABÓ (en orden alfabético)

Desde mediados de 1969 hasta abril de 1973, Nino Bravo grabó 60 canciones que se han convertido en clásicos románticos por excelencia. Dos de aquellos temas aparecieron póstumamente dos años después de su muerte: «Te amaré» y «Quién eres tú».

En 2005 salió a la luz otra canción inédita, «Sin darte cuenta», que los fans más acérrimos conocían como una maqueta a piano.

El listado alfabético de todas las canciones que llegó a grabar es el siguiente:

Amanecer / América, América / Arena de otoño / Aquel amor / Aquel atardecer / Cantaré / Carolina / Cartas amarillas / Como todos / Contigo soy feliz / El adiós / El amor / Elizabeth / El tren se va / En libertad / Eres todo cuanto quiero / Esa será mi casa / Ese hombre / Es el viento / Flor de invernadero / Gracias a ti / Hoy soy feliz / Hoy te quiero ofrecer / La niña es ya mujer / Laura / Libre / Mi gran amor / Mi mundo está vacío / Mi querida mama / Mis noches sin ti / Mi tierra / Mona Lisa / Ni el viento ni el tiempo / No debo pensar en ti / Noelia / Nuestro hogar será el mundo / Para darte mi corazón / Para qué seguir / Perdona / Pintaré tu color / Por culpa tuya / Por fin mañana / Por fin mi amor / Por qué / Puerta de amor / Quién eres tú / Señora, señora / Sin darte cuenta / Te acuerdas, María / Te amaré / Te quiero, te quiero / Tú cambiarás / Un beso y una flor / Vete / Vivir / Volver a empezar / Voy buscando / Vuelve / Vuelvo a estar sin ti / Yo no sé por qué esta melodía / Yo te quiero dar

Una más, cortita, Tú cambiarás:

Y una de karaoke, América, para terminar:

¡Gracias por haber llegado hasta aquí lector/a incógnit@!

HjV

P.D.: Esta página me ha parecido interesante por los detalles que da respecto a las orquestaciones de los temas de Luis Manuel Ferri Llopis:

http://www.lamusica.emol.com/tiempolibre/musica/discos/detalle/index.asp?id=1810&tpl=disco

No para echarles a perder el día, pero sí para dejar constancia de todo lo que aquí he escrito y afirmado, incluyo aquí la versión original de Puerta del amor, que es un tema llamado A street called hope del cantautor usamericano Gene Pitney (EEUU, 1941-2006). ¿Cómo dirían en mi país?

¡Nada que ver!

GENE PITNEY: A STREET CALLED HOPE (1970)

MI LECTOR ATENTO ALEMÁN: Mayo

0102061892100.jpgDía de emociones disímiles hoy, domingo de esta primavera alemana que se ha pintado de invierno limeño, con una garúa que ni copiada de Lima.

Mi Lima, la del cielo gris, color panza de burro (marca registrada).

Este fin de semana mi Lector Atento me exigió que repasara la prensa alemana.

No pensaba hacerle caso porque los últimos fines de semana El País me (nos) había deparado muy buenos momentos de lectura, de esos que provocan marcar las frases, enmarcar comentarios, recortar artículos y revisar el diccionario.

Pero este fin de semana, como si lo hubiera adivinado, el diario paisano fue una decepción como fuente de noticias y artículos interesantes. Las elecciones en la Madre Patria parecen cubrirlo todo.

No puede ser todos los días navidad, le dije a mi Loro Loco.

La prensa alemana, en cambio, vibrante y rozagante, como una novia a punto de casarse, por más que muchas de las noticias no fueran precisamente buenas ni esperanzadoras.

Pero he allí lo bueno de las últimas generaciones de este país: su capacidad para adaptarse y cambiar el paso según lo necesite el futuro. Su futuro.

(La foto de arriba muestra a unos jóvenes en la ya tradicional noche del Primero de Mayo de Kreuzberg, un barrio de Berlín, famoso por sus vecinos contestatarios, okupas, neo-revolucionarios, ultra-activistas de izquierda, punks y los llamados autónomos. Desde 1987, año en que la policía pensó que exagerando la fuerza y la violencia estatales sería mejor, cada primero de mayo se celebra con más entusiasmo una especie de Fiesta-Barricada al estilo 1968. Este año fue particularmente tranquilo y yo diría que la cosa va tirando cada vez más hacia la diversión. La foto es documentaria.)

Si hace apenas uno o más años se seguía hablando de una crisis económica estructural alemana, ahora se habla de optimismo y progreso.

Nadie se atreve a decir futuro garantizado, como sí ocurría en los ochenta y los noventa –tontamente: ¿quién lo tiene?-, pero no sólo las cifras están confirmando la cuesta arriba, también en la psicología del alemán de a pie se deja ver.

Las cifras también parecen contar otra historia.

En los dos últimos años quebraron más negocios y hubo más bancarrotas de personas ‘privadas’ que en otros años de la historia económica alemana de posguerra.

El crecimiento económico tampoco es de los que podrían hacer saltar de júbilo a ningún economista, pero, por fin, no ha aumentado el número de desocupados y –tal vez lo más importante-, la gente ha dejado de quejarse y ha empezado a mirar hacia delante.

Según mi particular punto de vista, el Mundial de Fútbol 2006 y la elección de Ratzinger como el nuevo jefe de la iglesia católica, han contribuido a ello más que cualquier otro parámetro económico o político.

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Aquí un pequeño recuento misceláneo de las noticias de este fin de semana, no sin antes agregar que he recibido correo de una querida amiga española, quien acaba de regresar de su viaje al Perú.

Esto es lo que me ha escrito y me ha dejado temblando, porque ya me entró la terrible nostalgia otra vez:

 

Hola Jorge,
No se si aún usas este e-mail pero pruebo antes de escribir maravillas sobre
Lima.
Adjunto unas fotos,avísame si te llega a esta dirección.
Un abrazo
Mariajose

Sé que está exagerando.

Pero igual me muero (como dicen allá para todo: se ‘paran’ muriendo, aunque este uso de ‘parar’ no figure en el diccionario de la Real Academia), por saber qué me contará, cómo le fue en su primer viaje al Perú y ver las fotos.

Ya les contaré.

1. ESCARABAJOS MEXICANOS LLEGAN A ALEMANIA

Una de las cosas que más risa provoca a los alemanes es cuando escuchan cómo se pronuncian sus nombres y palabras germanas en el extranjero.

(Mejor no decirles cómo pronuncian ellos nuestras palabras castellanas o españolas: Mallorca se convierte en Malorca, tequila en tequilla, Los Ángeles en una rara mezcla germano-gringa, Bacardí en palabra llana, Barcelona se vuelve, a veces, Barchelona, etc.)

En México lo llaman Vocho. En mi país le dicen Bolbaguen.

Escarabajo es más bien una palabra ‘académica’, reservada para la literatura, artículos periodísticos o las películas.

Volkswagen -si ya lo adivinaron- pronunciado en alemán, suena más o menos así: Folks-vaguen.

Con la v ó uve algo fricativa y claramente labiodental, casi como una f.

Se trata de dos palabras unidas. Volk significa pueblo y se pronuncia folk. Wagen es la palabra que designa a un coche, un carro o un automóvil. Se pronuncian con cierta pausa entre sí.

La s intermedia sirve de genitivo, indicando pertenencia: el Wagen (automóvil) del Volk (pueblo). Es decir, Volkswagen es el Automóvil del Pueblo.

Bueno, pues, tanto se esforzó este pueblo por tener su automóvil -teniendo a Hitler como el principal impulsor de esta idea-, para que ahora, el Golf, el modelo emblemático de la Volkswagen, venga ahora desde México a satisfacer las ansias móviles de sus habitantes.

Leí la noticia hoy y me he quedado con la boca abierta.

“El Golf para toda ocasión viene de México”, rezaba el titular de una de las noticias del diario.

Así, con una frialdad y objetividad tremendas. Como si leyéramos:

“La cerveza que tomaremos los alemanes de aquí en adelante vendrá a partir de mañana del Perú. ¡Oh, qué bueno!”

Hasta hace unos cinco o diez años, una noticia así, habría servido para la descarnada práctica de mofa y escarnio por parte de los periodistas.

¡Cómo podrían los mexicanitos competir con las altas tecnologías alemanas y el alto sentido del trabajo y la responsabilidad de este país!, habrían puesto el grito en el cielo.

Estoy seguro que unos diez años atrás o antes, la noticia habría estado acompañada de una larga encuesta realizada más o menos al azar:

“No, yo jamás me compraría uno de esos vehículos. Pero me gusta el tequila.” (Ursula M., estudiante, 22 años)

“Bueno, si el precio no pasa de la mitad…” (Jürgen S., aprendiz de panadero, 19)

“Este es un buen ejemplo de solidaridad con el Tercer Mundo. Felizmente me muevo en bicicleta”. (Harold, estudiante eterno, 32)

“No me subiría jamás a uno. Pero sí me iría de vacaciones a México”. (Sieglinde, periodista, 49)

Ahora llega la noticia sin ningún comentario, mofa o burla especial. Ni siquiera escepticismo.

Los tiempos están cambiando. Y rápido.

Yo me imagino que hay una mano larga detrás de todo esto. Una mano fuerte (del consorcio Volkswagen) que ha exigido ‘neutralidad’ absoluta en el tratamiento de esta noticia por parte de los periodistas.

Pero, en un país como éste, eso sólo sería posible si los periodistas mismos no estuvieran convencidos de la falta de objeciones en este tema. Es decir, si ellos mismos no consideraran que no hay nada que objetar al respecto.

Y eso es un buen indicio para México, lindo y querido.

La otra posibilidad –paralela e independientemente de lo anterior- que cabría existir, sería esa entidad tan arraigada en México y contra la que tanto se lucha allá: la mordida.

La coima, el cohecho, el soborno. Algo que a mí, personalmente, no me llamaría la atención y cuyo uso la misma Volkswagen y otras grandes firmas alemanas, como Siemens, se han encargado de corroborar en los últimos meses, aireando un escándalo tras otro.

¡Sí, señor, los tiempos cambian!

2. LA MURALLA DE REPRESA SAGRADA.

‘Represa Sagrada’ es una de las traducciones posibles de Heiligendamm, el balneario situado en el que se realizará del 6 al 8 de junio de este año, la reunión cumbre anual de los países más industrializados, más ricos y más poderosos del planeta.

Pienso dedicarle un página de mi bitácora a esta muralla, nuevo Muro Alemán de la Vergüenza, dicen sus detractores. Y algo de razón tienen.

3. EL CLIMA CONSUMISTA SE MANTIENE

Parece increíble, pero es cierto. El ‘indicador general del clima consumista’ en este país se situará por los 7,5 puntos el próximo mes de junio. Se había pronosticado 5,5 a 5,7 puntos, sobre un promedio de unos 6,5.

Los sueldos y las ganancias empiezan o siguen aumentando y eso cierra el círculo vicioso de más dinero, más consumo, más producción, más ganancias, más sueldos, etc.

¿Cuánto tiempo seguirá esto así?

Por mí que se mantenga así, aunque no entiendo un pepino de economía. De esta economía de libre mercado. (De libre abuso, dice mi Lector Atento.)

Y, al parecer, tal como está el mundo, tampoco los expertos.

Si los alemanes no son muy famosos por su gran buen humor, ya se imaginan cómo pondrán cuando las cosas no marchan bien en la economía.

La preocupación de la gente que piensa aquí: ¿Cómo mejorar el mundo y mantener a la vez nuestros altos estándares de vida?

Por lo menos en este país parece haber gente que sabe que gran parte de la gran rueda macro-industrial que sustenta las grandes economías actuales está apoyada injustamente sobre los países pobres.

No por nada se espera unos 100.000 manifestantes contrarios a la reunión del G8, en quien ellos ven sólo un grupo interesado en aumentar sus ventajas y sus elegantes comodidades respecto del mundo pobre: la absoluta mayoría de este planeta.

¡Al 1% de la población mundial le pertenece el 96% de todas las riquezas!

No lo hicieron solos. No.

4. EXPERIMENTANDO LA EDAD DE PIEDRA

Mientras la mayor parte de la sociedad alemana parece pensar sólo en ese deporte adormecedor llamado consumo, otra parte, nada despreciable de ella, parece estar harta de él.

Leí el artículo en El Tiempo alemán (Die Zeit) y luego vi la película allí anunciada: siete adultos y cinco niños querían saber cómo se vivía en la Edad de Piedra y se aislaron del mundo dos meses para ello.

Y lo pasaron muy mal.

A pesar de ser personas inclinadas a llevar una vida ‘más acorde’ con la naturaleza que el resto de los mortales. Alternativos, que se llamana aquí.

Eso de tener que dormir en el suelo, poder comer sólo lo que sus propias manos podían conseguir o alimentos a los que no estaban acostumbrados, tener que pasar hambre y frío, creo que era algo que no estaba del todo en sus planes.

Por lo menos ahora está claro: el hombre primitivo tuvo que ser mucho más trabajador, social y organizado que el Mono Sapiens actual, quien muchas veces no hace sino repetir un mismo algoritmo vital durante años.

Trabajar, trabajar, trabajar. Sin pensar, sin pensar, sin pensar.

Lo peor: nuestros antepasados no tenían mucho que escoger.

Y allí tal vez está una de las explicaciones del gran y rápido desarrollo de nuestro cerebro.

¡No nos quedaba otra!

5. EL PERRO DE JUEZ

Me refiero al uso que está haciendo la policía alemana del mejor amigo del hombre.

En este caso, será el peor enemigo de los manifestantes en la cumbre G8 a celebrarse en el balneario alemán de Represa Sagrada.

La policía ya empezó a tomar pruebas olfativas de los que considera que pueden causar problemas en esa cumbre.

Lo que no sabe la policía y, al parecer, tampoco los ‘sospechosos’: es que nadie está obligado a dar una prueba olfativa a nadie. Salvo con el permiso del juez.

Hay presagios de problemas jurídicos y judiciales para la Polizei (se lee: politsai).

6. LOS HABITANTES DE REPRESA SAGRADA NO SABEN QUÉ HACER

La mitad de los menos de 400 habitantes de este balneario, trabaja en el Grand Hotel. En esa localidad no existen quioscos, tiendas, bares ni ningún lugar en donde comprar un simple tubo de pasta dental.

Está el complejo principal turístico, un par de cafés-heladerías, algún puesto de salchichas al paso, un par de pensiones privadas y caros parqueos o lugares de estacionamiento.

Después, nada.

Uno de los balnearios más cercanos, Bad Doberan, tuvo que retirarle -póstumamente- la Medalla de la Ciudad a Hitler, que éste había recibido apresuradamente ya en 1932.

Así está el clima de tenso por los alrededores.

¿Y por qué no lo habían hecho antes?, pregunta mi Lector Atento.

Respuesta del alcalde: “¿No caducan esas distinciones con la muerte del homenajeado?”

Ninguno de los habitantes sabe qué pasara durante la cumbre del G8. Si podrán moverse libremente o si tendrán que trabajar siquiera.

Volveré a ocuparme del tema.

7. EJECUCIÓN DE LA PENA DE MUERTE DURA 90 MINUTOS

¿Se imaginan pasar 90 minutos tratando de que el Estado les encuentre la vena para poder inyectarles la dosis letal?

¡Yo me habría quejado por tortura de parte del estado!, me dice mi Lector Atento.

Pero, claro, mucho tiempo no le habría quedado, tampoco, para su reclamo.

Parece que morir y matar es un deporte base en el país bushiano. Es algo que a los alemanes les parece tristemente fascinante. Tienen un pasado que los obliga.

(¿Después de Irak, todo será mejor?, me pregunta mi Lector Atento, y yo, como se trata de un loro, por primera vez en el tiempo que llevamos juntos, le he dado un sopapo entre pendenciero y divertido.)

 

No de otra forma se puede entender ese claro desafío a la vida y a la razón que constituye el increíble número de armas de fuego que existen en manos particulares: más de una por habitante.

Incluidos los ancianos, las mujeres y los bebés; los mormones, los católicos y los políticos, claro.

En ese país, el estado no sólo se arroga el derecho de quitarle la vida a quien le parezca, según las leyes hechas por los blancos (el número de jueces de origen africano es tan irrisorio que se puede considerar nulo), sino también el derecho a quitarle la libertad a quien le plazca (bajo esas mismas leyes) por quítame esta manzana o este monedero.

¿Cuándo van a terminar por reconocer el aporte de sus esclavos africanos a su riqueza actual?

Es el maldito racismo, me dice mi Lector Atento.

La absurda idea de creer que el blanco es superior y tiene más derechos que los demás, más oscuros.

Pero es que es un buen negocio, insiste mi Lector Atento.

Y se lo creen casi todos fácilmente, le digo yo.

Como cantaban Machín y otros más, ese tema de 1945 compuesto por el mexicano Manuel Álvarez Maciste:

Pintor que pintas iglesias…

 

¿Por qué desprecias su valor

 

si sabes que en el cielo también los quiere dios?

Lo malo es que no soy creyente.

 

HjorgeV

Pulheim-Sinthern, lunes 28-05-2007

HERMANAS BENÍTEZ: ANGELITOS NEGROS (1960)

PEDRO INFANTE: ANGELITOS NEGROS (1948)

ANTONIO MACHÍN: ANGELITOS NEGROS (1972)


HEILIGENDAMM: LA REPRESA SAGRADA Y CHÁVEZ

Habiendo leído mucho sobre la libertad de expresión en Venezuela en estos días, una noticia verdaderamente escalofriante que ha tenido su origen aquí en Alemania, ha recorrido el mundo casi como si nada.

Me refiero al Nuevo Muro Alemán del balneario oriental de Heiligendamm. (*)

Se trata de una valla de varios metros de altura y de 12 kilómetros de longitud que se está acabando de construir, prácticamente, alrededor de esa localidad.

El objetivo es impedir que los 100.000 manifestantes críticos que se espera, no se acerquen demasiado a la reunión del Grupo Mundial de Poder llamado G8.

Seamos claros: se trata de evitar que Bush, Putin o Sarkozy reciban algún tomatazo.

O que éste caiga muy cerca y de tal manera que se pueda ver como imagen fea en las televisiones y diarios de todo el mundo.

¿Tanto poder podría tener un tomate?, se pregunta mi Lector Atento, consciente de que estoy exagerando, pero no en lo fundamental.

Para los que sufren con la negativa del gobierno venezolano a renovar la licencia (que caducaba) a una televisora de su país, aquí tienen con este muro un nuevo ejemplo de recorte de la libertad de expresión. En un país europeo.

Pero del que nadie, oficialmente, se ha quejado.

-Heiligendamm, la Represa Sagrada –dicen las voces críticas- será un lugar extirpado de democracia durante la reunión del G8.

Dejémoslo claro: el gobierno de Chávez estaba en todo su derecho legal de renovar o no una licencia que caducaba.

Le caía, además, como anillo al dedo.

Sin embargo, la prensa europea se ha esforzado por mostrarlo como una clara arbitrariedad de su parte y ha titulado de clausura tal potestad completamente legal, traspapelando términos y adjetivos en su reclamo justo.

Sí.

Creo que es justo luchar por la libertad de expresión y otras libertades.

Pero, por favor, en TODO el mundo, y no solamente donde convenga.

En este mundo en el que se muere de hambre un niño cada tres segundos (en algún país pobre, se entiende: cifras de la ONU), la principal libertad que debería estar a diario en todos los medios de comunicación, por lo escandalosa e inhumana que es, debería ser la LIBERTAD DE COMER.

De sobrevivir dignamente.

Bastaría aplicarla a todos los niños de este planeta.

Los adultos sabrían defenderse mejor. Aunque no siempre, como lo demuestra África cada día.

Decía escalofriante, porque el bendito muro les está costando más de 100 millones de euros a los contribuyentes y su función principal, según mi punto de vista, es la de RECORTAR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN de los protestantes.

Es decir, de la ciudadanía alemana. Digo recortar. Atención.

Lo mismo pasa con las fuerzas de seguridad que se van a desplegar –ya comenzaron- por la reunión del G8.

Me imagino que es comparable al número de contingentes policiales que el gobierno venezolano actual ha destacado a las calles para resguardar su particular concepto de seguridad ciudadana.

Pero es lo mismo que hace el gobierno de Angela Merkel y a todo el mundo le parece de lo más natural: ha dispuesto un ejército de 16.000 policías.

¡Y eso sin hablar de cómo reaccionaría Occidente si Chávez construyera un muro con similares alcances y características!

¿Se imaginan a su gobierno construyendo un muro de 12 kilómetros de largo y de 100 millones de euros para contener a 100.000 manifestantes contrarios y críticos a una reunión de gobiernos afines al suyo?, pregunta mi Lector Atento.

¡Ja!

Si la bendita valla la hubiera construído Chávez, Evo o Fidel, otro sería el cantar y el grito puesto en el cielo de esta Europa que hasta hace no mucho mantenía, oficialmente, colonias en el resto del mundo.

Ahora se alza la voz en Occidente como no se la alza contra China y su política amordazante en el campo de los derechos humanos, ni contra los relativamente recientes asesinatos de periodistas opuestos al régimen en Rusia.

Ya hasta ni la democracia parece gustarle ahora al mundo occidental.

¿Soy chavista, por eso?

Lo siento. No.

Ni estoy justificando nada.

Considero que su gobierno ha cometido y comete una serie de errores, algunos seguramente graves y hasta muy graves.

Es decir, nada especialmente nuevo bajo el cielo mundial e histórico.

(¿Quién se atreve, por lo demás, a hacer notar que la ‘democracia’ o dictadura cubana es casi del mismo estilo que el sistema ‘democrático’ chino?) (¡Mucho dinelo en juego ahola con chinito, pues!)

Lo que sí veo, es que a los (medios) europeos parece no gustarles nada el estilo mezcla de ranchero, bajobarriero y guevarista del presidente que prefiere que lo llamen bolivariano.

Los mismos medios que ante parecidas poses de Bush y Rumsfeld (“We’re gonna kill each of them!”, se llegó a escuchar por las radios europeas, refiriéndose a los ‘terroristas’, aunque ahora ya no se sabe bien quiénes son), metían la cola entre las piernas o se limitaban a ser lo más ‘objetivos’ posible.

La pequeña diferencia está en que tales poses han producido un país desvastado por la guerra, creador y reproductor de más terroristas y más terrorismo a diario, con un promedio de 30 (treinta) muertos por día, con más de 600.000 muertos desde la invasión avalada por Occidente, y sin un futuro posible, normal, de aquí a décadas.

Si alguna vez podrá volverse a hablar de estabilidad en ese país.

Yo, sinceramente, lo dudo.

Y ni qué hablar de toda esa región.

Lo que también veo es que los manifestantes de Caracas han podido expresar sus protestas sin mayores incidentes.

(En realidad no lo veo: lo supongo. Porque si hubiera habido detenidos o heridos, ya lo habríamos sabido aquí, inmediatamente en Europa. Pero no ha sido así. Punto para Chávez. Hay que decirlo, si queremos ser justos y objetivos. Si queremos, digo.)

Mientras tanto, por aquí, aunque este nuevo Muro de la Vergüenza pueda ser visto por cierta gente como un adelanto civilizado por su absoluta limpieza en muchos sentidos, ya empezó a resquebrajarse, también, el fino piso de hielo de la hipocresía política.

¿Qué quiero decir con esto?

Llegué a este país y me quedé, formando una familia germanoperuana, entre otras cosas porque considero que el alemán moderno es un ciudadano que puede presumir abiertamente de honrado.

Cada vez menos lo es, sí ( sobre todo en los altos niveles económicos y políticos), pero todavía considero que el alemán común y silvestre es una persona con alto sentido de la honradez.

Alguien que te avisa si estás dejando algo olvidado en el autobús o si dejaste caer la cartera sin haberte dado cuenta. Que te dice si estás pagando de más y suele devolver las cosas que encuentra en la calle.

El tema es extensible, pero baste mencionar la ola de confesiones ciclísticas de estos días, para dar un buen ejemplo.

Dudo que los ciclistas italianos o españoles, me atrevo a decir, sean capaces de tan alto grado de madurez y valor cívicos. (No digo ‘honradez’, con intención.)

¡Hay que atreverse, como Zabel, a salir a llorar a la televisión al confesar sus pecados!

Bueno, pues, una de las noticias de esta mañana anuncia que el ministro alemán Schäuble ha expresado su simpatía por las anunciadas manifestaciones de protesta.

Sus palabras:

„Si ciudadanos de este país desean manifestarse sobre el tema del calentamiento global y porque las cosas no pueden seguir como son en África, sólo me queda saludarlo”.

Él sabe que los críticos no están contra la globalización, en realidad, sino contra los aspectos funestos de ella, que, significando gran ventaja para unos –quienes, en verdad, ya no la necesitan-, deviene en aplastante desventaja para otros: los pobres, los hambrientos y desposeídos de este mundo.

Ahora, la misma Angela Merkel, quien –personalmente- me resulta muy antipática, pero en quien veo, también, una persona bastante cabal y honrada, a pesar de su posición política, tratando de hacer lo mejor por su país, pero también encorsetada por los sucios juegos y la hipocresía de la política interna y mundial, ella, decía, está esforzándose ahora por acercarse a esos sectores críticos de este país.

Supongo que es pura estrategia política y preventiva, pero me parece bien.

-Queremos darle a la globalización un rostro humano –ha dicho-. Queremos encontrar soluciones para los grandes retos actuales de la humanidad.

Al ser preguntada si es consciente de los miedos que despierta la llamada globalización, ha contestado:

-Nuestro gobierno los toma en serio.

Yo se lo creo.

¡Allí está ese muro millonario y medidas de seguridad que le costarán al contribuyente –a todos nosotros- más de 100 millones de la misma moneda!

No se rían.

Y es que los gobernantes europeos ya no saben qué -hipócritamente- hacer entre el dilema de querer mejorar el mundo o seguir acomodándolo elegantemente a sus propios intereses, y la presión de sus propios habitantes por mejorar cada vez más (no importan las víctimas, mientras estén lejos) sus altos estándares de vida.

Por eso ha sido elegido Sarkozy.

Por eso la Represa Sagrada.

Probablemente se han vuelto -los gobernantes europeos- ya sólo simples administradores de la gran ventaja injusta del llamado primer mundo, respecto de los demás.

Sólo que Europa responde ahora más a las presiones de los altos grupos de poder económico que al sentido común y a las protestas ciudadanas.

La idolatría -la persecución- del dinero a como dé lugar y de las grandes e inalcanzables ventajas que presta, es la clara y nueva religión mundial.

Ése es el verdadero significado del G8.

Europa ya sólo se encarga de tratar de mantener el orden público.

Dentro de sus fronteras. Y cueste lo que cueste.

HjorgeV

Pulheim-Sinthern, domingo 27-05-2007

Enlaces interesantes: http://www.lavanguardia.es/gen/20070515/51347183125/noticias/alemania-erige-un-muro-para-el-g-8-berlin-alemania-oriental-nicolas-sarkozy-angela-merkel-union-europea-george-w-rostock-baltico-genova-putin-rusia.html

http://www.dw-world.de/dw/article/0,2144,2555069,00.html

 

(*) En la fotografía.

Heiligendamm -también- puede ser traducido como dique, espigón, malecón o terraplén, sagrados o santos.

He preferido quedarme con represa, porque eso es más o menos lo que sucederá en Represa Sagrada, en el balneario de Heiligendamm, cuando el grupo de poder G8 realice su reunión anual allí del 6 al 8 de junio. Lo dice el diccionario de la Real Academia:

represa.

(Del lat. repressus, contenido, de reprimĕre, contener).

1. f. Acción de represar (detener, contener, reprimir).

2. f. Obra, generalmente de cemento armado, para contener o regular el curso de las aguas.

5. f. Detención de algunas cosas no materiales, como los afectos y pasiones del ánimo.

¡Nomen est omen!, pareciera gritar la traducción del nombre del balneario de marras: el nombre es destino. Es decir, lo es todo. HjV

DOPAJE: ALEMANIA SE QUITA LA MÁSCARA

Después de mucho tiempo se me ocurrió ver la televisión (alemana) anoche y me topé, de golpe, con dos hechos realmente inusitados para este país.

El primero: dos corredores –uno de ellos Erik Zabel- declaraban en público, en una conferencia de prensa, haberse dopado regularmente para competir por la empresa Telekom.

 

El segundo hecho inusitado: la confesión de Zabel, se vio interrumpida por sus ataques de llanto público.

¡Algo completamente inaudito en este país de –por lo común- secos sentimientos, y en el que llorar pareciera estar reservado sólo para los cocodrilos -de los zoológicos- y los bebés!

Las lágrimas de emoción zabelianas se debían a que dedicaba a su hijo su confesión, quien ya ha empezado a participar en competiciones ciclísticas:

-No puedo esperar que mi hijo sea un hombre de bien, si yo mismo no me atrevo a admitir que he estado mintiendo -afirmó, con trémula voz, ante las cámaras.

Qué encrucijada. ¿Atreverse o no, y cómo decirle al propio hijo cuáles eran los métodos para ganar?

A continuación, el danés Bjarne Riis, por su parte, ha admitido ayer también haberse dopado regularmente durante –sólo– cinco años de su carrera profesional.

Su victoria en el Tour –destaca El País- puso fin al reinado de Induráin.

¿Qué dirá Armstrong a todo esto?

¿O el mismo Induráin?

¿Quién no se dopa y quién no se ha dopado en el ciclismo?, es la pregunta crucial.

Lo curioso de la confesión de Riis es tratar de exculpar a los médicos –casi necesariamente involucrados en todo dopaje, por su alto grado de peligrosidad, pues ya ha habido muertos-:

-Lo compré yo mismo y lo tomé yo mismo –dijo.

Me permito citar parte del artículo:

“…Riis dijo que él había tomado sólo [sic] la decisión de doparse y que los médicos del Telekom, que ahora son blanco de las críticas, sólo tenían la función de controlar que los corredores que optasen por sustancias prohibidas no se sobrepasasen”.

http://www.elpais.com/articulo/deportes/Bjarne/Riis/admite/haberse/dopado/durante/etapa/ciclista/profesional/elpepudep/20070525elpepudep_10/Tes

Que es, dice mi Lector Atento, como querer exculpar a su bicicleta, diciendo que ella se mantenía debajo de su cuerpo –durante todas las carreras- sólo para no caerse al suelo.

¡Qué inocentes médicos!

¡Y qué inocente la Telekom!

El dopaje es una práctica ilegal común en muchos deportes. Pero sobre todo en aquellos en los que no hay que pensar (mucho).

Todavía no existe una droga para tener más inteligencia futbolística, por ejemplo.

Los controles analíticos sólo pueden detectar lo que buscan. Son incapaces de detectar nuevas sustancias, desconocidas para los controladores, porque sería muy complicado o costoso.

De tal manera que son, sobre todo los países con grandes recursos económicos, los que se pueden dar el lujo de burlar dichos controles sin que exista, prácticamente, apenas chance de ser pescados con la mano en la inyección.

Les basta con crear cada cierto tiempo un producto nuevo que no está en las listas de prohibidos. Y esconderse bien al hacerlo.

Así de fácil.

Y parece ser que en el futuro la cosa no va cambiar demasiado.

La universidad de Friburgo, al sur de Alemania, está ahora en el punto de mira de la investigación de las autoridades alemanas, por su posición prominente en las últimas décadas en todas las investigaciones relativas al rendimiento deportivo (léase ya, sin ambages, simplemente: dopaje deportivo, aunque sea un claro oxímoron).

El rector de esa universidad, Wolfgang Jäger, al ser confrontado en el mismo informativo con la indignación ciudadana debido a que esas investigaciones ‘deportivas’ se han hecho con el dinero del contribuyente a lo largo de décadas, respondió:

-Es algo que no me puedo imaginar –afirmó-. Lo que sí me puedo imaginar es la tremenda presión con la que trabajan todos los profesionales de la competición por obtener la mayor cantidad posible de triunfos. Triunfos, que el público, que ahora se queja, los exige.

En castellano existe una palabra exacta para describir a este personaje ‘académico’:

¡ZAMARRO!

Por lo menos, se ha atrevido a suspender, de inmediato, el ‘apoyo’ institucional (disculpen las comillas y los paréntesis hoy, pero el tema es así de zamarro) a 1500 atletas de alta competición.

Ahora sólo falta que Jan Ulrich se anime a confesar lo que ya todos intuyen y saben más desde ayer: no sólo compiten los ciclistas, también lo hacen drogas ilegales bajo el permiso y el cuidado de empresas privadas y autoridades estatales, quienes, a su vez, se han encargado y se siguen encargando de ENCUBRIR la trampa.

Personalmente, no creo que confiese Ulrich.

(Acabo de leer que no piensa abandonar su silencio.)

Él es de las personas que ha demostrado mucho gusto por el silencio y la mentira, por más que ésta se haya vuelto tan transparente, ya.

Mientras tanto, la Telekom procura mantener un perfil bajo, pero con las garras hundidas en el poyo de competición, por si hubiera que salir volando en desbandada en cualquier momento.

Mientras tanto, también, ya saben ustedes qué países son los que seguirán liderando, probablemente hasta el fin de la historia de la humanidad (¿o ustedes todavía confían en que las relaciones económicas y de poder mundiales alguna vez se puedan invertir? ¿China?), las competencias en los deportes en los que no hay que pensar (mucho).

No es casualidad que EEUU haya perdido -por ejemplo- la supremacía mundial en baloncesto, se las vea verdes contra la misma Cuba en béisbol y, tal vez, no salga nunca de los pañales en el balompié.

En esos deportes el músculo (dopado) ya sólo juega un rol secundario.

Y no se conoce todavía ninguna droga que potencie la inteligencia. Deportiva o no.

HjorgeV

Pulheim-Sinthern, sábado 26-05-200

SI ESTÁ CLARO PARA MÍ…

felder-masuren.jpgSuena el teléfono.

-¿Diga? –respondo.

-Señor Digah, buenos días -me dice una voz que suena como la de alguien que debe trabajar en una oficina y está acostumbrado a hacer varias docenas de llamadas al día.

-Buenos días –le respondo.

Me dice su nombre, su función y lo que desea. No le entiendo un carajo.

Es decir, entiendo sus palabras, pero, como me ha interrumpido en mi lectura de A salto de mata de Auster, no le he prestado atención y ahora no sé bien lo que quiere de mí. Concretamente.

-¿Podría repetir, por favor, lo que ha dicho? -le ruego.

El hombre me vuelve a soltar su Kalaschnikov, su ametralladora verbal.

Ajá, me digo, otra persona que cree que el hecho de repetir algo todos los días durante años, tiene que tener como resultado automático que toda la humanidad se lo tenga que saber de memoria.

Como soy extranjero en este país, llevo viviendo 22 años aquí, tengo una familia germanoperuana, pero no puedo votar ni tengo pasaporte alemán (ni me interesa tenerlo), me puedo permitir pedirle algo:

-Hágame el favor de deletrear su nombre y su apellido, lentamente, por favor.

-¿Tan difícil es? –me pregunta él, ruisueñamente, antes de pasar a hacer lo que le pido.

No le digo algo que él también sabe, pero que se suele olvidar: un mismo nombre puede tener varias grafías en este idioma.

Tomemos el apellido (alemán) de uno de los más talentosos poetas castellanohablantes de la historia, el de Gustavo Adolfo Bécquer. Se puede escribir tanto Becker como –más raro- Bekker. Seguro que también existe Beker.

Vayamos más lejos. Para el apellido Mayer existen las siguientes variaciones: Maier, Meier, Meyer, Mayer, Maiar, Meiar. Y todas suenan igual, porque la ei suena como ai y la ye como la i latina, en alemán.

-No es difícil –le respondo-, pero usted conoce sus datos desde hace mucho tiempo y los debe repetir cientos de veces cada semana. Para mí es la primera vez que los escucho y quisiera saber bien con quién estoy hablando. Dígame, por favor, qué se le ofrece –añado, pasando a hablar alemán con acento del sur.

Debo decir que a pesar de los años que llevo en este país y de lo más o menos bien que hablo su idioma, no he podido encontrar una forma estándar de expresarme. Como llegué ya de adulto, no me fue posible ‘copiar’ el acento del lugar.

(Algo que se aprende muy bien de niño o hasta de adolescente sin ningún problema jugando y compartiendo en una escuela con jóvenes aborígenes alemanes, por ejemplo. Aún empezando de cero, como bien demuestran los intercambios estudiantiles.)

Entre otras razones, por no existir un acento único, ya que Colonia es una típica ciudad de paso, ya desde la Edad Media.

Lo que sí puedo, y lo uso muy pocas veces, es imitar más o menos bien varios acentos –incluido el de esta región-, pero no por mucho tiempo, porque me cansa.

-Ah, pero sí habla bien el alemán –me dice mi interlocutor estatal.

-Lo que no he entendido bien es su nombre ni qué es lo que concretamente desea. ¿En qué lo puedo servir?

-Mire –me dice él-, se trata de esto, tal y lo otro…

Son trámites burocráticos.

Una de las cosas que más amo en esta vida.

-¿Podría darme su nombre y sus señas completas, señor Digah? -me pregunta él, para terminar.

– No me llamo Digah –le digo, y le suelto mi verdadero nombre, apellidos, fecha y lugar de nacimiento, número de pasaporte, dirección, número de calzado, teléfono y la temperatura del día.

-No, no, no –me dice él-. No tan rápido, por favor.

-¿Tan difícil es? –le pregunto yo.

Me ha sucedido y me sigue sucediendo muchas veces.

Mucha gente parece pensar así:

Si está claro para mí, está claro para todo el mundo.

O: ¿Cómo puede ser posible no entender o ver algo que yo veo y entiendo con una facilidad espantosa?

Para tomar un ejemplo fresco: el de ayer cuando tuve que ir a recoger a una de mis hijas de la casa de una amiga con la que se había ido saliendo del colegio.

Vivimos en una zona rural, al borde de Colonia. Todo esto era hasta hace unos 30 años sólo campos de cultivo, adornado por aquí y por allá por puebluchos en los cuales residían, principalmente, los agricultores de la zona.

Con el repunte económico de Alemania después del desastre de la guerra -el llamado Milagro Económico Alemán-, el interés por la agricultura empezó a decaer drásticamente en este país.

Para aumentar su atractivo, el gobierno empezó a incentivar (subvencionar) la actividad agraria (con gravísimas consecuencias para la economía de los países pobres: allí están las pateras que llegan de África como uno de sus efectos más espectaculares y actuales), pero no consiguió del todo que los jóvenes abandonaran sus pueblos para irse a la ciudad.

Ahora se ha puesto de moda vivir en estos puebluchos: es mucho más barato que hacerlo en la ciudad y el paisaje y el aire no se pagan. Pero no es fácil hallar los caminos.

-¿Mapi? –me pregunta mi hija, llamándome por teléfono desde la casa de su amiga-. ¿Podrías venir a recogerme, Mapi?

-Dime dónde es, hija.

Trata de describirme el camino, pero como no me quedo del todo seguro de haberlo entendido, le pido que me pase con la mamá de su amiga.

-Es fácil –me dice ella, después de saludarnos-. Usted se viene por tal carretera, hasta el siguiente cruce. Llegando al primer letrero del pueblo dobla a la izquierda. Allí estamos.

-Discúlpeme –le digo-. El cruce lo conozco. Pero allí, ¿a la izquierda o a la derecha?

-¡A la izquierda, pues! -se asombra ella-. ¡A la derecha se va directamente a la autopista!

-Ajá –comento, sin valor para preguntarle, ¿cómo diablos voy a saber yo lo de la autopista?

-Muy bien. En el cruce, sigo a la izquierda.

-Así es. A la altura del letrero que anuncia el pueblo, dobla a la izquierda.

Le doy las gracias, repaso el camino mentalmente y la vuelvo a llamar.

-Dígame, señora. El cruce está en el pueblo tal, en Manstedten, ¿ustedes viven allí?

-¡No, no! En el siguiente, en Fliesteden. ¡Cómo se le ocurre, en ese pueblo aburridísimo! -exclama.

-O sea que tengo que salir del pueblo donde está el cruce, de Manstedten, y seguir hasta llegar al siguiente, Fliesteden, avanzando un par de kilómetros por los campos, ¿no?.

-¡Pero, claro! -me dice ella.

Espero que me diga que eso lo sabe toda su familia, incluídos los tíos, abuelos y sobrinos; la gente del pueblo y sus familias, y otras amigas de su hija y sus propias amigas y… Pero no lo hace.

-Ahhh –le respondo, ciertamente aliviado.

Y me despido cordialmente.

HjorgeV

Pulheim-Sinthern, viernes 25-05-2007

BUSH: PAGAR PARA NO SER ATACADO

No son chistes las dos noticias siguientes.

Harto de que lo estén vapuleando en su país a todo nivel –en las encuestas, en el congreso, en las calles y en su propio gobierno-, Bush se ha decidido a sacar otra gran verdad del sombrero (¿será de ese grande del Tío Sam que dicen que tiene?) y ahora se basa en una información de su Servicio de Inteligencia para afirmar que don Osama Bin Laden trata ahora -o ha tratado-, de convertir Irak en una de sus bases.

Terroristas, se entiende.

(Aquí el texto completo de la noticia. Noten el error de redacción del subtítulo: ¿qué sucede con el Servicio de Corrección de El País Digital? Durante un tiempo me dediqué a coleccionar ese tipo de errores, pero como son tan frecuentes, terminé por cansarme.)

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Bush/asegura/Bin/Laden/intenta/convertir/Irak/base/terrorista/elpepuint/20070524elpepiint_11/Tes

Mis Propios Servicios de Inteligencia –y, espero, que el de cualquier persona medianamente ilustrada y medianamente pensante como mi Lector Atento, también-, ya lo habían supuesto y tomado por seguro desde hace mucho tiempo.

¡La música llama a los rumberos! ¿O no?

(Pero, ¿seguirá vivo, realmente, don Bin Laden?)

Lo penoso de este asunto es que lo único que, al parecer, busca la calamitosa administración Bush es la aprobación de más dinero (escasos 100.000 millones de dólares, cien mil milloncitos más) para la continuación de su invasión y su iniciada guerra en Irak.

¿Y el mundo qué dice a todo esto?

(¿Aló? ¿Aló? ¿Hola? ¿Hola? ¿Sí? ¿Aló? Tut-tut-tut-tut-tut-tut…..)

Peor me parece la siguiente noticia, aparecida también hoy en El País Digital, en la que se anuncia que el gobierno de EEUU está contemplando negociar con los terroristas (ahora llamados ‘insurgentes’, ¿o era al revés?):

http://www.elpais.com/articulo/internacional/EE/UU/disena/nuevo/plan/Irak/contempla/negociacion/sectores/insurgentes/elpepuint/20070524elpepuint_14/Tes

Aunque su gracia tiene, me dice mi Lector Atento, porque ya no es necesario ahondar mucho en el tema, para ver que la administración Bush ya sólo parece saber actuar como un bufo maligno, desavisado y sin salida.

Si a algún usamericano se le hubiera ocurrido esta misma magnífica idea (pagar a los terroristas para que no ataquen) hace un par de meses o años atrás, seguramente, habría sido condenado a la pena de muerte que todavía existe en ese país del gran American Güey of Life.

La misma noticia saca a relucir otra de las grandes injusticias que han cometido y siguen cometiendo estos gobernantes bushianos: la de tildar de ‘terroristas’ según les convenga, y a su más libre aire y salero, a quien se les ocurra.

Por lo menos, ahora se habla oficialmente de insurgentes. No hace mucho, todos (los iraquíes) parecían ser terroristas según las noticias de los diarios y los demás medios de comunicación.

La pregunta de mi Lector Atento es, ahora, ¿y cómo van a administrar los usamericanos este nuevo jueguito de pagar para no ser atacados?

¿”Si NO me disparas HOY te doy tanto, pero si MAÑANA lo vuelves a hacer, TE LO QUITO”?

Enigmas tiene el mundo.

Y a la Administración Bush parece encantarle su difusión.

HjorgeV

Pulheim-Sinthern, jueves 24-05-2007

ÚLTIMO LUTO

Hoy, nada más levantarme, mamá,

me he enterado por terceros que

ya son tres semanas las que llevo muerto, madre.

Los buenos amigos han guardado todo este tiempo

silencio para no asustarme.

 

Qué vergüenza, haber conversado solo ayer

con la señora de al lado como si nada,

quien me ha regalado como siempre la mejor de sus sonrisas,

y haber estado exhalando este olor a putrefacto, tan espurio y desagradable.

(He preguntado incluso por la salud de su esposo

Y me ha dicho que todo se mueve dentro de lo esperado, mamá.)

 

Qué vergüenza saber ahora que las sonrisas de los que conocía

eran de conmiseración por las calles.

Que muchos de sus: “¡Sigue así, hombre!”,

probablemente no eran fingidos.

(A los amigos les perdono el detalle, pero no olvidaré que alguno

podría haber tenido la valentía de haberme dicho la verdad.)

 

Cuando uno de estos días me tope con padre, madre,

le contaré de tus rodeos, de tus noches de terrible ausencia

y le diré que has tenido el coraje de soportarme cada uno de los días

de estas tres últimas semanas siguiéndome la cuerda,

soportando mi ignorancia

sólo para que tu hijo no fuera a sospechar, porque, claro, se

podría haber vuelto a morir del susto.

 

Hoy, he pensado, madre,

¡quiero seguir todo el bendito día con la bendita farsa!

¡Quiero observar a todos con la misma incivilidad

que me han deparado en estos días!

 

¡Seremos como dos bandos hipócritas

que se miran sólo desde la mitad de sus corazones!

Agazapados.

 

Me dará una inmensa tristeza. Sí, mamá.

Seguirán con su sonrisa de “Si él supiera…”,

pero me lo tomaré a bien y

lo soportaré todo el día,

con mi cabello peinado

y mis dos zapatos bien juntos, madre.

 

Y luego me iré a acostar,

sanamente y sin aspavientos

como cuando tomaba mi leche caliente y

sí volvía a despertar.

 

A nadie le cuentes nada, mamá, mañana en el entierro.

No quiero que nadie se me vaya a morir ahora de vergüenza.

 

Pero hoy quiero llevar el luto

más personal del mundo.

 

Con la frente en alto, madre,

¡quiero escrutar el peso ingente de la ausencia,

tasar la completa altura del olvido!

 

¡La humanidad con todititos sus decimales!

 

 

HjorgeV

Colonia, invierno 2006/2007

 

EL MONO SAPIENS: IRREMEDIABLEMENTE MATERIALISTA

En el automóvil que me trae de Berlín, leo que la sudafricana Nadine Gordimer, Premio Nobel de Literatura 1991, se queja de que “El materialismo lo ha conquistado todo”.

Se me viene a la memoria la conversación –discusión, más bien- que tuve en Berlín. Mi interlocutor se quejaba que se le echara la culpa a Occidente de todos los males del resto del mundo.

Mientras sigo leyendo El País del domingo y ruego que no haya más atascos en la carretera, revivo la discusión en mi memoria.

-No de todos –le digo yo-. Pero ves cada día en los periódicos el producto de varios siglos de colonización europea. O sea, de esclavitud disfrazada.

¿Por qué se mostrarán tan afectados muchos ciudadanos –europeos, sobre todo, pero también usamericanos- de hoy en día cuando se habla de pasados coloniales, esclavismo y ‘conquistas’?, me pregunto.

¿Qué tienen que ver ellos con lo que hicieron sus antepasados?

Es decir, ¿de qué pueden ser culpables?

(La misma impresión me dejan los ‘camiseteros’ de los equipos de fútbol. Son capaces de defender a capa y espada lo indefendible por defender la camiseta.)

Mi interlocutor me da ejemplos de cómo los gobernantes de países africanos y latinoamericanos, teniendo toda la oportunidad para hacer algo bien por sus países, han terminado no sólo enriqueciéndose, sino que, además, jodiendo aún más a las sociedades que dicen representar.

-La gente es como es, ¿porque sí? -le pregunto-. ¿O su conducta es un producto y reflejo de su entorno y de su historia?

-No puedes echarle toda la culpa al colonialismo. Además, hace tiempo que ya no existe- me dice él.

Ya hemos tocado temas como Irak, Guantánamo, Cuba, Venezuela y otros más.

-Ese es otro problema: ahora existe el colonialismo de manera más discreta, pero no por eso menos dañina –le replico-. Un claro Neo-Colonialismo.

-¿De dónde has sacado eso? –me pregunta él, burlándose.

-De lo que veo y leo a diario –le respondo.

No pertenezco a ningún partido ni grupo político. Apenas sé de la existencia de asociaciones anti-sistema como Attac.

Le digo que estoy de acuerdo con El Roto, en que lo que ahora manda en el mundo es la mentira y el dinero. (**)

Le trato de explicar que para mí, lo más letal es la idolatría del dinero: porque mentira siempre hubo, pero el nivel de competencia actual del capitalismo es tal, que se ha convertido en una verdadera Ley de la Selva: el que no puede que se joda. No interesa a nadie.

Ley que antes se aplicaba sólo entre animales feroces. Ahora los feroces la usan también contra las hormigas y otros bichos mínimos. ¡Qué feroces han resultado ser!, me burlo de las grandes transnacionales.

Nadine Gormer se queja del materialismo, vuelvo a leer. Llevamos ya varias horas de este día soleado en las autopistas alemanas. El conductor del vehículo es un estudiante universitario que viaja todas las semanas a Berlín para ver a su novia. Los asientos libres del automóvil que él mismo alquila los ofrece en la modalidad de Viaje Compartido (sólo se comparte el combustible) en la red.

Pero no lo veo así. Lo del materialismo, digo.

Creo que el Mono Sapiens es irremediablemente materialista.

Es más, creo que desde el momento en que se distanció genéticamente del chimpancé por su capacidad para pensar, empezó la carrera más materialista y larga de la historia de todos los seres vivientes sobre esta tierra.

Lo confirman los restos arqueológicos, las cuevas de Altamira (una pintura es un objeto), la hagiografía y las iglesias, los museos. Nuestra alta incapacidad para deshacernos de objetos que nunca vamos a utilizar.

El objeto, lo material, es algo que está íntimamente ligado a la historia del hombre.

Dejémoslo allí, me digo (yo, que estoy aprendiendo a desembarazarme –justa palabra ahora- de los bienes materiales que pueden llegar a obnubilar el pensamiento): el materialismo no tiene por qué ser, en sí mismo, algo malo.

¿A quién le puede importar, por ejemplo, que alguien almacene basura –se conocen casos- en su propia casa, mientras no le haga daño a nadie?, me pregunto.

(De niño, el Tío Rico, ése que guardaba montañas de dinero y riquezas en sus habitaciones, era un perverso y chiflado más para nosotros.)

El caso del dinero es diferente.

La idolatría del dinero, le digo, es la que se va a traer abajo este proyecto de autor –todavía- desconocido (cientos de religiones en el mundo atribuyen –convencidísimas de decir la verdad, bajo temor de terrible castigo divino- a su propio dios la autoría) llamado humanidad o, falsamente, civilización.

El dinero como deporte (dopado) de alta competición.

Considero que el capitalismo, es decir, la acumulación de bienes y capitales, empezó con la agricultura.

Antes, seguramente, a más de uno se le debe haber ocurrido almacenar carne de mamut, por ejemplo, pero como en ese tiempo no existían las refrigeradoras ni los frigoríficos, no pudo empezar el negocio.

Digamos que antes de que apareciera la agricultura, existía una forma muy inocente, inocua e inteligente de acumulación de bienes: el trueque.

Cuando aparece la agricultura y, con ella, la excedencia de alimentos, nace el almacenamiento de lo que no se podía consumir. Nace la excedencia y el capitalismo primitivo.

Es decir, nace también, su poder intrínseco. A quien le sobran las cosas, le sobra, también, poder.

Pero, ojo, que fue una suerte que existieran los granos y cereales. ¿Se imaginan que podría haber hecho una persona con su cosecha de tomates o plátanos maduros?

¿Se habría podido inventar el gazpacho en polvo ya en nuestra prehistoria?

De hecho, muchos pueblos del mundo tuvieron que recurrir a diversas técnicas alimenticias y de conservación para aprovechar al máximo lo cosechado. Pero, vamos, que los cereales han sido la verdadera causa de existir de esta civilización humana que ha empezado a despedirse de la faz de este pisoteado planeta tierra, barrunto.

(Sin que eso signifique que reniegue de gozar la vida. ¡Al contrario!)

-El capitalismo actual no quiere competir, quiere sólo ganar y seguir sacando más ventajas de las siderales que ya tiene –le repito a mi interlocutor.

-Estás loco. Las reglas están dadas y es sólo cuestión de saber aprovecharlas –argumenta él.

-Supongamos que tienes razón –le digo-. ¿Entonces por qué no se las usa, si es todo tan obvio? El Tercer Mundo tendría que ser muy imbécil para no aprovechar la oportunidad.

-Lo es –tendría que haber dicho, para ser consecuente con su raciocinio.

Pero no lo hace.

Entre otras razones, porque eso conllevaría llegar a la conclusión de que el Tercer Mundo es disminuído mentalmente. Es decir, conllevaría llegar al racismo.

Como él trabaja para una organización que presta ayuda a países latinoamericanos como el nuestro, sabe bien de las metidas de pata de nuestros gobernantes y administradores.

-Las colonias no fueron otra cosa que estados esclavistas bien organizados y presentados de tal manera que muy pocos se podían quejar. Los que debían haberse quejado, los de abajo, no tenían voz- le digo.

-Pero la culpa de todo no se la puedes echar al colonialismo.

-No. Pero la fuerza de esa educación todavía queda: el que está arriba da las reglas y puede cambiarlas a su gusto y para su absoluta y exclusiva conveniencia, los demás no tienen nada que decir, ni se permite que lo hagan; el poder está para sacar ventaja propia, mentir y ser arbitrario a gusto y disgusto. ¿Qué crees que hacen nuestros gobiernos corruptos sino repetir –bajo su particular interpretación- esa educación dejada por Europa en Asia, África y Latinoamérica?

-Está demostrado que si los latinoamericanos se dedicaran a pensar en cómo salir de sus problemas y dejaran de hacerse las víctimas, las cosas les irían mejor.

-Muy bien –le respondo-. Si es así de fácil, entonces, Europa, en vez de estar refunfuñando, tendría que preguntarse, usando un raciocinio básico: ¿entonces, por qué no lo hacen?

-¿Y por qué no lo hacen? –me pregunta él, desafiantemente.

-La Ley de la Selva ahora es sólo la Ley del Demasiado Fuerte. Ya no se trata de competir, sino de aplastar. El llamado Primer Mundo no quiere que nadie se le acerque a competir, y para eso saca la mayor ventaja posible. En todo. Ni siquiera desea, ya, que los demás, como la India y China, sigan su propio camino.

Seguimos conversando, pero ya está claro que he molestado a mi interlocutor imaginario. Él se siente atacado, pero no puedo hacer nada. Comprendo que defender lo que uno piensa, no tiene por qué ser siempre cómodo. Lo chistoso es que ni siquiera estoy defendiendo alguna postura política. Simplemente he tratado de decirle cómo veo las cosas.

¿Qué mueve a un multimillonario, quien tiene todo lo que pudiera desearse y dinero suficiente para hacerlo por miles de vidas más, qué lo mueve, me pregunto, a empezar cada mañana la lucha por acumular aún más dinero?

Esa es la idolatría del dinero de la que hablo.

Es más, no tendría nada en contra de que los gobernantes satisfagan sus amplios deseos y sueños materialistas (por los que muchos han empezado a dedicarse a la política), el problema central tendría que ser: ¿SE QUIERE O NO MEJORAR EL MUNDO?

Olvidémosnos de EEUU.

Está claro que no tiene ningún interés en mejorar el mundo.

Peor: no duda en poner en peligro la vida y el futuro de personas y grandes grupos de ellas en otras regiones del planeta para salirse con la suya. (No pienso dar ejemplos.)

Quedémonos con Europa.

Pienso que estando al borde del abismo (las nuevas tecnologías van a abrir una brecha irreparable e inalcanzable: ya empezaron), los europeos todavía podrían hacer algo por combatir esa idolatría del dinero.

Se podría empezar enseñando a los niños en las escuelas que es bueno y bonito aspirar a tener una casa, un buen automóvil, hacer vacaciones regulares y hasta tener una casa de campo o de playa. También se podría enseñar que siempre hay y habrá gente que quisiera mucho más que eso. Y que no tendría que ser malo ni mal visto.

Pero que si todos aspiramos a lo mismo, no solamente sería un imposible –y no hace necesariamente feliz a nadie: ¿por qué no se detienen, entonces, los milliardarios una vez alcanzado cierto nivel?-, sino que sería, ya lo es, catastrófico y abusivo para el resto del planeta.

Pienso que la mejor enseñanza se puede hacer a través del arte.

Esa forma inteligente de dejar pasar el tiempo divirtiéndose, pensando, usando la mente y las manos, sin hacer daño a nadie y tratando de divertir, hacer pensar o simplemente entretener a los demás.

¿Por qué el arte?

Porque es la mejor forma de divertirse y entretenerse sin hacer daño a nadie, le repito.

El que se divierte y entretiene con lo que hace, no tiene tiempo ni energías, o las tiene menos, para pensar en el dinero.

¿Es el dinero algo necesariamente negativo?

De ninguna manera.

Las sociedades no tendrían por qué tener nada en contra de los Tíos Ricos, acumuladores compulsivos de dinero. ¡Dejémoslos que se aburran con su tonta afición!

Pero, ¿se necesita ser un genio para llegar a la conclusión que el dinero proviene del trabajo de alguien, normalmente de MUCHOS, allá en lo más bajo de la base de la pirámide, y que cada nuevo dólar o euro ganado para ser derrochado o acumulado proviene en gran parte de sufrimiento, dolor, explotación o inhumanidad contra nuestros semejantes?

¿Se necesita estudiar la economía mundial, para entender de que lo que ahora se trata en el concierto mundial del capital es de sacar ventajas A COMO DÉ LUGAR y alejarse lo más posible de la competencia, anulando ésta de ser posible?

Hablando en términos más prácticos:

¿Se necesita ser un genio para entender que EL DINERO NO SE COME?

¿Que, puestos a sobrevivir un grupo de campesinos (o de gente sin aversión al trabajo con las manos) junto a un grupo de grandes capitalistas en un determinado lugar donde el dinero no vale ni se conoce, está claro qué grupo estará en ventaja para sobrevivir, es decir, quién terminará ROGANDO a quién para comer?

¿Es, verdaderamente, tan difícil entenderlo?, me pregunto, mientras de lejos reconozco la catedral de Colonia.

Mi viaje ha concluido.

HjorgeV

Pulheim-Sinthern, martes 22-05-2007

P.D.: No he grabado la conversación que tuve con mi interlocutor, de tal manera que no se puede decir que las opiniones que muestro aquí como suyas, realmente lo sean. Me permito decir que se pueden tomar las opiniones vertidas aquí como las de una figura ficticia. (Pero estoy dispuesto a seguir discutiendo y argumentando.)

(*) Camisetismo: definámoslo con la frase, dicha mostrando los dientes, “A ver, ¿quién se atreve a meterse o criticar mi camiseta?”

(**) El Roto: “La mentira y el dinero se han convertido en lenguajes universales”

http://www.elpais.com/articulo/madrid/Roto/Probablemente/existo/elpepucul/20070412elpmad_18/Tes

HjV