FUTBOLISTAS PARA LA POSTERIDAD

*

Apenas termine de escribir estas líneas voy a arrojar un libro a la basura.

(No es mi libro de poesía, por si acaso.)

(Que no se me ilusione mi troll particular, don Román Pineda, catracho ilustre, me debo imaginar.)

(Los trolleros no tienen por qué ser seres mezquinos, insoportables o pesados en la vida fuera de la Red.)

*

El libro de marras es, era, Exitus.

Lo he leído/sufrido/soportado solo hasta la mitad. (Un verdadero esfuerzo para despedir este año tan crucial para el planeta.)

¿Autor? Thomas Gifford.

Conocido por su novela sobre el Vaticano, Assassini.

(No la he leído. Haré un gran rodeo cuando la sepa o huela cerca.)

Cometeré, así, un libricidio a dos días vista del nuevo año calendario.

*

«Qué despilfarro. Tantas neuronas para una sola idea: Dinero»

Lo dice El Roto en una viñeta reciente, tan mordaz y preciso, siempre él, en su crítica social.

Una verdadera ofrenda y dádiva de fin de año.

Como si hubiera leído (empezado a leer) también él la bendita novela.

*

El libro que menciono va camino del reciclaje.

Acá en Alemania cada hogar tiene tres y hasta cuatro barriles de basura: uno de ellos para papel y restos de papel.

Pero a mí me ha llegado a provocar arrojar Exitus (latín: ‘salida’, pero también ‘muerte’) al barril marrón para el compost o residuos orgánicos. No lo he hecho.

Tal vez por temor a que siga viva alguna de sus células y pueda contagiar a algún humano escribiente en su particular exitus.

Si el mundo estuviera repleto de este tipo de novelas (que seguro que también lo está, solo que poco me entero), no me aventuraría a volver a abrir ningún libro.

*

Me lo regalaron mis suegros para navidad.

(En alemán suelo hacer un juego de palabras con Schwiegereltern. Algo así como ‘padres políticos’.

Y convertirlo en algo parecido al oído: Schwierigeltern.

‘Padres difíciles’.

Mis convivientes alemanes suelen divertirse con ese ‘lapsus’.)

*

Pero, no.

Me consta que no me regalaron el libro para hacerme un daño.

(Saben que escribo novelas que no publico. Deben creerme loco de remate, lo sé. Por ese lado pertenecemos al mismo club.)

Entre otras cosas porque:

  1. la lectura no está entre sus costumbres o entretenimientos, y

  2. ya me han regalado varias buenas novelas (cuatro de Harlan Coben, por ejemplo).

*

Aquí en Alemania, cada vez hay más gente que detesta su propio trabajo.

Debe ser terrible.

He extraviado la estadística correspondiente, perdón, pero creo recordar que más o menos la mitad de los alemanes que se jubilaron el año pasado eran menores de 65 años.

Traducido e interpretado:

Cada vez más gente prefiere renunciar a cierta suma de dinero en su jubilación con tal de no tener que seguir trabajando.

¿Se lo pueden imaginar?

*

Algo parecido le debe haber sucedido en España a Lucía Etxebarria (Valencia, 1966).

Leí el título de una nota periodística y me tuve que restregar los ojos:

«Lucía Etxebarria dejará de escribir libros por la piratería»

Qué tonto el articulista, pensé.

Lo que la escritora valenciana seguramente quería decir es que dejará de publicar libros, harta de la piratería.

Pero, no.

Lo ha dicho ella misma. Cito del mismo artículo:

«A día de hoy no tengo la más mínima intención de ponerme a escribir otra novela, y mucho menos un guion de cine».

(Desagradable la nueva ortografía de guión.)

*

Personalmente, creo que no podría ser mi caso.

Creo. Quiero creer.

No sé en qué se convertirían mis creencias de ganar el más de medio millón de euritos que doña Lucía se embolsó con el Premio Planeta de Novela del 2004.

*

Regreso a mi manuscrito como un obseso.

Se acaba el año.

Me había propuesto terminar esta (mi 5ª) novela con el final de este calendario.

Sin embargo, tengo que aceptar que ha adquirido una especie de vida propia.

(Lo cual me ha fascinado y me ha dado nuevas energías para seguir.)

(¿No será que no la quiero terminar y que podría ser feliz trabajando en ella indefinidamente?)

*

Ya son 1126 páginas, de las que he terminado de corregir hoy 942.

(No las espera ningún editor o lector.)

La idea era que no pasara de las 500 páginas.

¿Cómo haré para recortar más de la mitad de un material en el que en cada frase y página he tratado y trato de poner lo mejor de mi -posible- talento?

*

Las fiestas de fin de año, por otro lado, me dan el tiempo y la tranquilidad necesaria para continuar.

Me robo al máximo mi tiempo libre (qué zafarrancho de frase, qué huachafería, dios vuestro) para dedicarlo a la escritura.

¿Habría llegado a escribir tanto de no haberme casado, si no habría llegado a tener cuatro hijos?

¿O la soledad, la falta de verdaderas y grandes obligaciones familiares habrían terminado apabullándome y me habrían convertido en un alcohólico y fumador empedernido, en un perdido o en una persona depresiva incapaz de concentrarse en su escritura?

(Recordando la frase del escritor italiano Andrea Camilleri -«Escribo porque al final puedo tomarme mi cerveza»-, aprovecho para hacer una pausa y abrir una de trigo.)

*

Pienso en el caso de la valenciana Etxebarria.

Me duelo y me compadezco de ella.

Es otra persona que se niega a trabajar.

(Por la razón que sea, en este caso por la piratería.) (Curiosamente, ya fue acusada dos veces por plagio, que es una forma de piratería, justamente.) (¿»Tener morro», no lo llaman los españoles?)

Me parece percibir que cada vez hay más gente en este mundo que no ama o no le gusta lo que hace, su oficio, su profesión, su antigua vocación, su trabajo.

Que lo detesta incluso.

Es el primer caso que conozco de un@ escritor@ que anuncia su particular negativa, su personal huelga.

¿Pondrán en la Wikipedia ahora «ex escritora»?

*

Me detengo a pensar en las grandes paradojas de esta -inútil- actividad.

Es curioso este oficio.

Basta publicar un solo libro para ser llamado escritor vitaliciamente.

Pero alguien que juega un solo partido de fútbol en su perra vida no tendría la suerte de ser llamado futbolista para la posteridad.

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HjorgeV 29-12-2011


. HjorgeV 29-12-2011

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. HjorgeV 29-12-2011

«LA MONEDA» (Microrrelato)

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No la quería soltar.

Se aferraba a ella como un moribundo a una biblia.

Era el primer ahorro de toda su larga vida.

«¿Lo quieres o ya no lo quieres, niña?», clamó el heladero.

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HjorgeV 25-12-2011

(Comunicado: reaccionando al reclamo de un lector catracho, se anuncia la posibilidad

de reemplazar la palabra ‘biblia’ por ‘manifiesto comunista’, ‘botella de ron’ o lo que el

buen lector o lectora considere, pues, pertinente.)

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.HjorgeV 25-12-2011

PAQUITO D’RIVERA: «BRUSELAS EN LA LLUVIA»

Qué belleza.

Qué trabajo.

Empantanado en mi manuscrito, se me acaba el año (seguro que a ustedes también) y me encuentro con esta joya, con este cofre.

Me fascinan las melodías que están escapando constantemente.

Pero no para perderme o confundirme sino para ayudar(me) a encontrar(me).

Cuando, además, el ropaje musical -del acompañamiento- es de altísima calidad, ¿qué más se le puede pedir a la vida?, como diría mi madre.

Alguien dijo alguna vez de Paquito D’Rivera que un solo suyo te puede arreglar un mal día.

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Francisco de Jesús Rivera Figueras (Marianao, 1948) compuso esta pieza en la capital belga.

(De su padre, músico que importó a Cuba la escuela clásica del Conservatorio de París, dijo alguna vez que «estudiaba su instrumento 26 horas diarias».)

El tema es Bruselas mientras llueve. 26 horas diarias, como quien dice.

Conozco un poquitín la ciudad. (La separan apenas 200 kilómetros de Colonia.)

Su grisura invernal tan parecida a la de mi ciudad, Lima.

En mi memoria, Bruxelles (en francés, Brüssel en alemán, Brussel en neerlandés) es una aristócrata engreída y soñolienta, aterida de frío.

Con calles de irregulares superficies adoquinadas y grandes edificios medievales que duermen al amparo de la burocracia europea.

Y uno, a pesar de que suele detestar la lluvia, aspira ahora a escuchar esta canción caminando por las calles de Bruselas.

Dejándose mojar por el agua que desciende de las nubes, como grandes (o diminutos) lagrimones.

Entre las que también andamos gracias a este cubano; inmortal, ya.

¿Se imaginan a Rivera conversando con el Che Guevara?

En el 2005 Paquito le envió una misiva a Carlos Santana, quejándose porque el músico chicano había vestido una camiseta con la efigie del Che Guevara en los Óscar de ese año.

Le explicó en el papel el papel que el Che había tenido en las ejecuciones de disidentes cubanos, entre los que había estado un primo suyo.

El ex miembro de Irakere, la mítica formación de jazz cubano, Paquito no había olvidado a Guevara.

En una conversación con él, el médico argentino le había preguntado por su ocupación.

-Soy músico -le había respondido el genio de Marianao.

-Bueno, pero ¿en qué trabajás, che? -había insistido el argentino.

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HjorgeV 22-12-2011


. HjorgeV 22-12-2011


. HjorgeV 22-12-2011


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. HjorgeV 22-12-2011

SEGUNDO SUEÑO DOMINGUERO

Me despierto sin abrir los ojos. Doy vueltas en la cama, como un animal que presiente algo, pero no sabe qué es.

Afuera llueve y el viento azota árboles y casas. Las ventanas se estremecen.

Los servicios metereológicos han anunciado diez días de lluvia continua.

«Nunca interrumpas a un enemigo cuando está cometiendo un error» decía Napoleón. Y no sé por qué diablos se me ha venido esa frase a la mente mientras sigo dando vueltas en la cama.

Echo un vistazo al reloj. Las cuatro y pico de la mañana.

He escuchado ruidos en la cocina y eso ha debido despertarme.

Es el nuevo perro de mis hijos y mi esposa. (He deslindado responsabilidades muy temprano.)

Si me vuelvo a dormir, sé que voy a tener problemas para levantarme después y el día se me puede estropear.

Si me levanto ahora necesitaré hacer una pequeña siesta en algún momento de la tarde, pero me irá mejor el resto del día.

Lo pienso un momento. Luego vuelvo a escuchar golpes en la cocina.

El perro da golpes y arañazos contra la puerta. Me animo a hacerles un favor a sus dueños.

Encima de mi piyama me pongo una parka y busco mis zapatillas de correr.

Salgo al frío. Seis grados de temperatura. El viento parece tener especial prisa y todo se ve mojado.

Ha dejado de llover y todavía está oscuro cuando salgo.

En el corto paseo por los campos vecinos, al bendito perrito no se le ocurre hacer sus necesidades (la razón por la que me animé a sacarlo afuera) y tengo que volver a casa con las manos vacías.

(Qué imagen.)

Mi pantalón de piyama se me ha mojado hasta las rodillas y mis zapatillas están llenas de barro. Me juro no volver a asumir responsabilidades perrunas ajenas.

Regreso a la cama, después de cambiarme de pantalón y medias.

Me echo con mucho cuidado y enciendo la lámpara de tal manera que el cono de luz no despierte a mi esposa.

Estoy terminando una novela de Stephen Humphrey Bogart. Había empezado muy bien.

Al final se ha convertido en un verdadero bodrio.

Me ha hecho pensar en un corredor de fondo que empieza su carrera dando lo máximo de sí en los primeros metros y luego lo tienen que arrastrar hasta la meta.

Solo para cumplir.

Antes había terminado de leer Por siempre jamás, del escritor usamericano Harlen Coben.

Otro bodrio. Complicado, además.

Acababa de alabar en esta misma bitácora a Coben.

Hablé tanto y tan bien de él en mi entorno, que mis suegros me regalaron para mi cumpleaños cinco títulos más.

Después de leer Por siempre jamás (novela terminada a la fuerza, algo que detesto y no suelo hacer: lo mismo que en el cine, si algo no me gusta, simplemente me voy), ahora miro con recelo el resto de los libros regalados y no me atrevo a tocarlos.

(¿Cuál es el sentido de escribir?, si es que existe alguno, se pregunta uno después de lecturas así.)

Por eso empecé Tócala otra vez. El autor es hijo de Humphrey Bogart y Lauren Bacall.

El libro (Ediciones B), como objeto, es bonito.

Una edición agradable a la vista y al tacto. Pero también plagada de inexplicables erratas. (¿Estaba medio dormido el corrector?)

Carajo, dice uno, estoy leyendo el libro de todo un personaje. Olvida esos nimios detalles.

Pero el cono de luz no impide que empiece a quedarme dormido como un papanatas ante tanta insensatez escrita.

(Qué diferencia con una simple frase de una entrevista de Martín Caparrós, que es casi una buena novela negra en miniatura. Léanla con parsimonia:

«El 31 de mayo de 1981, mañana destemplada, el portero de una casa del barrio Norte de Buenos Aires vio que del baúl de un coche grande, nuevo, estacionado, caía sangre.»)

Es domingo.

Mañana será otro día.

Antes de que se me cierren los ojos pienso que debería existir una especie de Permiso de Publicación.

Así como existe uno de conducir (manejar decimos los peruanos) que impide que cualquiera salga y se siente al volante de un automóvil.

Vuelve a ladrar el perro.

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.HjorgeV 18-12-2011


. HjorgeV 18-12-2011


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. HjorgeV 18-12-2011

«SUSPENDIDO EN EL SUPERMERCADO» (Engendruzco)

Estaba por entrar al

supermercado cuando

escuché una pregunta en

el aire

.

No iba dirigida a mí

pero bien la podía haber

hecho yo mismo:

«¿Hay trabajo hoy, jefe?»

.

Pensé en mis novelas por terminar

en mi libro de recetas, en mi manual

de fútbol, en los cuchumil

proyectos que

acaso solo inicio

para huir de los demás empezados

como quien pretende

escapar de un torbellino arrasador

pensando que puede librarse de él

con simple actividad frenética

.

«Una vida es un continuo comienzo

que solo lleva a un único final inexorable»

podría haber dicho alguien

.

¿No somos legión?

.

Al otro lado de la línea telefónica alguien

le debió decir que No

porque la mujer hizo un gesto

patético

y luego pareció elevarse y quedarse flotando por

un instante

agobiada por la carga de la respuesta

negativa

.

Me había detenido sin habérmelo propuesto y

ahora no sabía qué hacer

.

Miré a la mujer como se mira un

accidente o

un parto o se es testigo de

un llanto ajeno repentino

.

Creo que mi mirada la devolvió a la

realidad

la hizo descender al

suelo:

Vi como sus dos pies se volvían

a posar sobre el pavimento

.

(Delante de nosotros, el supermercado nos

seguía escudriñando con sus ojos inmensos:

inmensas vidrieras coloridas

hambrientas de dinero)

.

«Tal vez mañana haya trabajo», le dije a

la mujer en un infantil afán de consuelo

.

Ella me sonrió

con tristeza

Como quien dice tú que vas a saber

.

Me quedé suspendido por un

instante como ella, con los

pies en el aire mientras veía

cómo se alejaba

.

Y después ya no quise entrar tampoco

al supermercado

.

….HjorgeV 16-12-2011

«NEFASTO EL SONIDO DEL TIEMPO» (Engendro)

.

Nefasto

el sonido del tiempo

que rebota en mi garganta

y regresa a la amalgama

del fondo, junto a

las colisiones más bajas de mi cuerpo

con un gesto de

inutilidad vana

.

Intuyo que hay días en los que deberíamos

rescindir nuestro contrato

con los peces

salir a degollar las nubes 

Sentarnos a

vituperar contra

los dueños invisibles de ese

gran espacio circular llamado

cielo

(Los dioses son por definición

cobardes: ¿Dónde se esconden?, por ejemplo)

y hoy es uno de esos días

.

Hemos nacido de este lado de las nubes

y poco se les puede reprochar a los conductores

de almas al acecho: cumplen su

ciego trabajo como otros

venden comida, hipotecas o maní por las calles

.

El planeta

es un simple e inmenso baúl

de inquietantes, continuas o crueles

sorpresas:

.

«Regresa a tu cuna

oh, maldito,

que ha llegado la hora de

pasar la lista de asistencia

terrenal», escucho una voz

a mis espaldas

.

Me incorporo y giro la cabeza

confundido

No atisbo a nadie

.

Vuelvo a girar y me encuentro

con que todo ha

desaparecido también de

pronto al otro lado

de mis sueños

.

..

…..HjorgeV 11-12-2011

«ARS POÉTICA»

.

De cielo mi

cráneo

De tierra mis pies

Mis manos pertenecen a

un mundo olvidado por seres

nacidos en mis sueños

.

De mi costado nació

un cimarrón

creado para volar

.

Me resulta difícil poner un pie

sin medir las consecuencias

ni asumir las responsabilidades

de mis suelas cuando piso

una hormiga que no he visto

a tiempo

(¿Quién camina pensando en

las consecuencias más lejanas

de sus pasos?)

.

¿Responsabilidades?

No estaban en el paquete

de la Creación, nos responden los

dioses.

Y así seguimos renqueando feo por la gran

Vía Lechal.

Puntitos amorfos, inconformes y

graciosos.

Vendedores de armas que se

asombran de vender con

ellas más conflictos y más muertos

Grandes gobernantes que no aciertan una

.

Poesía

es por lo menos el esfuerzo permanente y constante

por no

cagarla

.

HjorgeV 05-12-2011

«EL VIEJO Y EL LADRIDO DEL TIEMPO» (Réquiem)

.

«La lengua es el

creador de todo lo humano», le gustaba decir.

.

«En los animales

duermen (aún) las religiones, o sea

los dioses

y el miedo ante la muerte.»

.

«El lenguaje es el verdadero dios.

Cada palabra con la que tratamos de aprehender

el mundo es un intento

divino por recomponer el caos», afirmaba.

.

Decía que exentos de la lengua no

existiría nada más allá de nuestra

vista u oído.

«Solo

el parpadeo del perro

ante la muerte del amo.»

.

Decía que el habla nos resucita en seres

pensantes.

.

«Llegamos por medio de las palabras

a los objetos nombrados.

Pensamos a través del lenguaje.

Sin lenguaje no hay pensamiento

Sin pensamiento no sabríamos

que existimos.»

.

Falleció con la rabia de morirse

de hambre de vida

en plena vejez.

.

«El que trabaja de verdad y se divierte con su

trabajo no tiene tiempo para escuchar

el ladrido del tiempo»

tendría que haber sido su epitafio.

 

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.HjorgeV 03-12-2011

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.HjorgeV 03-12-2011