LA MAFIA CALABRESA ATACA EN ALEMANIA: 6 MUERTOS

La noticia no apareció en los diarios alemanes de esta mañana.

Tampoco apareció en los diversos portales digitales especializados en noticias de último minuto hasta bien entrado el día. Al parecer solo las radios informaron sobre el suceso desde temprano, amparándose inicialmente en rumores.

Todo había ocurrido en horas de la madrugada y bajo la fuerte lluvia que cae en toda esta región desde hace algunos días.

Uno de los primeros medios en atreverse a mostrar la noticia fue El Espejo (Der Spiegel) en su versión digital, cuando ya se sabía que no se trataba de ningún rumor.

Seis hombres -de entre 16 y 39 años de edad- habían sido asesinados cerca de la Estación Central de la ciudad de Duisburg, distante 75 kilómetros de esta ciudad, Colonia.

Según las primeras informaciones, las seis víctimas habían muerto de sendos balazos en la cabeza. La policía no se aventuraba a dar más detalles.

Primero había que cercar el lugar, buscar y asegurar pistas y huellas. Un trabajo pesadísimo vista la persitente lluvia que recién en el transcurso del día había cesado de caer.

Hasta el mediodía de hoy El Espejo era de los pocos medios de comunicación alemanes que parecían haberse enterado del asesinato perpetrado por la mafia calabresa en un restaurante de Duisburg en el que se celebraba el cumpleaños de Tommaso-Francesco V. -uno de los fallecidos- esta madrugada.

¿Qué había sucedido con la prensa alemana?

Simplemente, no se lo habían creído.

Que los cadáveres pertenecieran todos a ciudadanos italianos y que hubieran sido encontrados frente a un restaurante italiano, podía llamar a la especulación, pero nada más. La policía alemana no podía entrar a suponer escenarios propios de películas sobre mafiosos: comandos que llegan con el único objetivo de cobrarse cuentas matando con armas automáticas.

Pero eso era exactamente lo que había sucedido.

Son cosas que no solo no suceden en este país. El estilo es completamente inédito fuera de Italia; de Calabria, propiamente dicho.

Es un ajuste de cuentas sin parangón. Sobre todo porque ha ocurrido en el extranjero– declaró este mediodía el jefe de la Policía de Regio Calabria, Luigi De Sena a la agencia de noticias Ansa-. Hay una fuerte presencia calabresa en Alemania, pero hasta ahora se trataba de gente que procuraba sobre todo no llamar la atención.

Según el mismo jefe policial, la ‘Ndrangheta, la Cosa Nostra en su versión calabresa, se encuentra a solo un paso de ser más poderosa que la mafia siciliana.

¿La mafia en Alemania? ¿Calabresa, para mayores detalles?

Apenas en febrero de este año, este país se había visto conmovido por un hecho delictivo especialmente sangriento: un hombre de origen asiático había llamado a la policía porque, al querer recoger a su esposa del restaurante chino donde trabajaba, se había encontrado con siete cadáveres.

Cuatro hombres y tres mujeres –entre ellos la pareja dueña del restaurante Lin Yue-, todos ellos asiáticos, habían muerto a balazos a medianoche después de haber sido maniatados dentro del establecimiento. Una niña de dos años había sido la única sobreviviente de la masacre.

Lo primero que se adelantó a comunicar la policía entonces, fue que no existían indicios de que bandas mafiosas chinas tuvieran que ver en el asunto. ¿La razón? No se tenía conocimiento de movimientos de las llamadas Triadas chinas en este país.

Al ser capturados poco después dos sospechos de nacionalidad vietnamita relacionados con el crimen, la ciudadanía pudo respirar tranquila de nuevo: no se trataba de las temidas bandas sino –aparentemente, hasta ahora, el juicio aún no ha empezado- de un asalto especialmente sangriento cometido por asiáticos contra asiáticos en suelo alemán.

Debido a ese antecedente, es comprensible que la policía alemana haya obrado de la misma manera esta mañana. Con mucha cautela.

La diferencia estriba en que ahora lo más probable es que los asesinos se encuentren fuera del país.

Por otro lado, si con el caso de los asiáticos los funcionarios policiales lo tenían relativamente fácil, el asunto se complica con el caso de los italianos, porque no son migrantes de otros continentes -y más o menos fácilmente identificables- sino que son los descendientes de segunda o tercera generación de aquellos italianos que después de la Segunda Guerra Mundial, hicieron posible –junto a turcos, griegos, portugueses y españoles- el llamado Milagro Económico alemán.

Es decir, son comunitarios europeos asentados en Alemania.

La policía ya ha identificado a las seis víctimas, confirmando las primeras informaciones: se trata de seis italianos de edades entre 16 y 39 años, de los cuales cinco tienen algún grado de parentesco entre sí y provenían de la localidad de San Luca, en Calabria, enclave de la ‘Ndrangheta. Dos de ellos recién habrían llegado a este país un par de semanas atrás.

Uno de ellos estaría implicado en un asesinato y se habría dirigido a Duisburg con el fin de refugiarse.

Todos trabajaban en el restaurante y el dueño estaba entre ellos.

La balacera ocurrió a las 02:30 de la madrugada, frente al restaurante Da Bruno, donde los seis hombres habían estado celebrando el cumpleaños de uno de ellos -único no pariente-, sin sospechar que sus asesinos los esperaban a la salida.

Según el diario italiano La Repubblica se trata de dos familias o clanes enfrentados entre sí, los Strangio-Nirta y los Pelle-Romeo.

Lo curioso del caso es que existen personas con el apellido Strangio en los dos bandos. Eso originó confusión en la misma prensa italiana esta mañana, al tratar de determinar cuál era la familia que había dado el encargo mortal. Al nombre de Strangio, por otra parte, está la concesión del restaurante.

Según se afirma, la rivalidad mortal se habría originado durante los carnavales de 1991 en la localidad de San Luca, en los que dos miembros del primer clan fueron a asesinados a balazos en el curso de una pelea. Así se habría dado comienzo a la que la prensa llama la Vendetta –venganza- de San Luca.

Lo que se sabe también concretamente ahora, es que los asesinos llegaron a pie portando armas automáticas, dispararon más de 70 veces en total a los dos automóviles en los que se encontraban las víctimas y existen testigos que los vieron corriendo en su huída por el centro de Duisburg. Algo que tienen que haber grabado las diversas cámaras de las empresas que existen en esa zona comercial de la ciudad.

Hay dos cosas que están claras: los asesinos conocían el lugar y la policía italiana no vio ninguna necesidad de informar a su similar alemana sobre posibles actos de este tipo.

Las especulaciones son diversas. Se habla desde un ajuste de cuentas en plan de venganza familiar, pasando por conexiones con el tráfico de cocaína y otras drogas que se le suelen atribuir a la mafia calabresa, hasta de una lucha por el control mafioso de diversas zonas de este país.

Es decir, la ruleta vengativa de la ‘Ndrangheta en Alemania apenas ha empezado a girar.

HjorgeV

Pulheim-Sinthern, miércoles 15-08-2007

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